Un país como regalo

En este mes se cumplieron 60 años de un hecho inédito que marcó a Colombia: el domingo 1 de diciembre de 1957 se realizó el primer, y el que hasta hace poco era el único plebiscito de su historia.

En el país solamente se han realizado dos plebiscitos, aquel de 1957 y el del 2 de octubre del año pasado. Curiosamente, ambos se fundamentaban en el anhelo de paz y la esperanza de acabar con conflictos que asecharon al país durante varias décadas. Uno, lo fundamentaba el inconformismo, agotamiento y dolor que dejó la guerra entre liberales y conservadores, y el segundo, el inconformismo, agotamiento y dolor que dejó el conflicto entre el Estado y la guerrilla de las FARC.

El primer plebiscito convocó a los colombianos para que salieran a votar una reforma constitucional, cuyo contenido se sometía a la aprobación o desaprobación del pueblo para validar lo que se llamó el Frente Nacional: el acuerdo de paz entre los partidos Liberal y Conservador, para terminar décadas de una guerra civil no declarada.

En él, se impuso ampliamente el Sí con 4.169.294 votos sobre el No con 206.654 y fue además la participación electoral más grande de la historia del país hasta el momento. Alberto Lleras Camargo fue proclamado primer presidente del Frente Nacional, convirtiéndose por segunda vez en mandatario de Colombia. A su gobierno le siguieron en orden el del conservador Guillermo León Valencia, el del liberal Carlos Lleras Restrepo y el del conservador Misael Pastrana Borrero.

Esa es una historia que los colombianos conocemos bien, sin embargo, mientras leía al respecto, fui percibiendo una relación entre los partícipes de aquel primer plebiscito y personalidades de la actualidad colombiana. De acuerdo con eso, decidí perseguir el desarrollo de los linajes políticos de los gobernantes del Frente Nacional, para saber si hay más similitudes entre la Colombia de hace 60 años y la actual. Esto fue lo que encontré:

Empecemos por Laureano Gómez. Además de haber sido uno de los artífices del Frente Nacional junto con Alberto Lleras Camargo, fue un político conservador bogotano, diputado, senador, ministro y presidente de Colombia, entre otros cargos. Hoy, su nieto, Miguel Gómez Martínez, quien también es sobrino del asesinado candidato presidencial Álvaro Gómez Hurtado, es la cabeza de lista al senado por el partido Conservador. 

Alberto Lleras Camargo fue el primer presidente del Frente Nacional. Además, fue representante a la cámara, ministro de Alfonso López Pumarejo, Secretario General de la OEA, y ya había sido presidente en 1945, entre otros cargos. Su nieto, Felipe Zuleta Lleras, participó en varios gobiernos, fue candidato al Senado en 2010 y actualmente es columnista del Espectador y periodista de Blu Radio.

Guillermo León Valencia, fue un político conservador caucano, diputado, senador, ministro embajador y segundo presidente del Frente Nacional. Su nieta Paloma Valencia, es senadora desde 2014, y hoy, aspira a repetir el otro siendo la tercera en la lista al Senado por el partido Centro Democrático. Otro dato curioso, es que el actual director del partido de la U, Aurelio Iragorri Valencia, exministro del interior y de agricultura del gobierno actual, también es nieto de Guillermo León Valencia y por lo tanto primo de la senadora Paloma Valencia.

Carlos Lleras Restrepo, fue el tercer presidente del Frente Nacional. Además de ser primo segundo de Alberto Lleras Camargo, fue representante, senador, contralor general, ministro de Eduardo Santos y presidente de la república. Hoy su nieto, Germán Vargas Lleras, quien fue concejal de Bogotá, Senador, Ministro y Vicepresidente, es candidato a la presidencia de la república.

Algo de resaltar es que, si bien en el Frente Nacional no fue presidente Eduardo Santos, quien es el tío abuelo del actual presidente Juan Manuel Santos y del ex vicepresidente y candidato a la alcaldía de Bogotá Francisco Santos, sí fue presidente entre 1938 y 1942. Lo curioso es que en su gobierno fue Ministro Carlos Lleras Restrepo, y 75 años después, sus descendientes repitieron la historia: Juan Manuel Santos como presidente y Germán Vargas Lleras como su ministro.

El último presidente del Frente Nacional fue Misael Pastrana Borrero. Fue embajador, ministro de ambos presidentes Lleras y presidente de la república. Su hijo, Andrés Pastrana Arango, además de ser concejal y alcalde de Bogotá, senador y presidente entre 1998-2002, hoy vuelve a la arena política aliándose con el expresidente Álvaro Uribe para alcanzar la presidencia en el próximo año por medio de sus candidatos. 

Pero esto no es todo. Resulta que muchos de los ministros que habían participado en dicha repartición de gobierno, terminaron siendo presidentes años después. Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay Ayala, Belisario Betancourt y Virgilio Barco Vargas, fueron ministros de alguno o de varios de los cuatro presidentes de ese periodo.

Alfonso López Michelsen, era hijo del presidente Alfonso López Pumarejo. Fue representante, senador, gobernador del Cesar, ministro de relaciones exteriores de Carlos Lleras Restrepo y el presidente que le siguió al Frente Nacional. Hoy su hijo Alfonso López Caballero es embajador en Rusia, y Felipe López Caballero es el dueño de la revista Semana.

Julio César Turbay Ayala, fue representante, senador, ministro y embajador durante los gobiernos de Alberto y Carlos Lleras, entre otros cargos. Fue presidente entre 1978 y 1982. Hoy, su nieto Miguel Uribe Turbay, es el secretario de gobierno de Bogotá en la administración de Enrique Peñalosa.

Vicente Mosquera Choux, fue un político caucano, ocupó los cargos de ministro de justicia del gobierno de Alberto lleras Camargo, presidente del Senado y encargado de posesionar al presidente Guillermo León Valencia y ministro de gobierno de Misael Pastrana Borrero. Hoy en día su sobrino, Carlos Negret Mosquera, es el Defensor del Pueblo nombrado por Juan Manuel Santos.

Podría seguir, pero se hace muy corta una columna de opinión para realizar esta reseña tan ardua, donde tendría que abordar décadas del congreso, ministerios, embajadas, consejerías, notarías, etc. La verdad es que el asunto tiene tanto de largo como de ancho, sin embargo, lo que sí se puede decir, es que parece que en Colombia este fenómeno de la asignación de puestos importantes a familias políticas tradicionales, ni es nuevo ni ha dejado de existir.

Es allí, al parecer, en esa voraz repartija del poder entre los liberales y los conservadores que se denomina Frente Nacional, donde lejos de solucionar los problemas que aquejaban al país, terminó iniciando o empeorando buena parte de nuestras desgracias en las últimas cinco o seis décadas: la corrupción de los partidos, la necesidad de perpetuación de un sistema político excluyente y cerrado, el surgimiento de las guerrillas comunistas, etc. Resultó que lo que era la ilusión de acabar con la violencia, terminó cruentándola.

Puedo concluir después de esto, que los anhelos de los colombianos comunes y corrientes, de aquellos que no tenemos apellidos notables, siguen siendo los mismos de hace 60 años. Aún tenemos la esperanza de que la paz se materialice y que la barbarie fruto de las polarizaciones ideológicas y políticas acaben de una vez por todas. Aún nos esperanzamos con un país incluyente, que garantice los derechos y que atienda eficazmente nuestras necesidades como hace décadas.

El problema, creo, es que aún pensamos que la solución puede resultar de esa clase política, que se ha perpetuado en el poder desde siempre. Aún creemos que son ellos los encargados de solucionar los problemas que nos han aquejado durante décadas. Pienso que debemos aprender de nuestra historia, y comprender que la construcción del país, lejos de pertenecerle a esa clase dominante, nos pertenece a todos sus habitantes. Mientras ellos siguen esperando recibir cada 4 años el país por herencia, nosotros no podemos condenarnos nuevamente a repetir otros 60 años de errores.

Daniel Porras Lemus

Estudiante de Derecho de la Universidad de Medellín. Apasionado por la Política, el Derecho y la Historia. Investigador en temas históricos y constitucionales. Sangileño. Santandereano.