Un contrato de amor

Aun recuerdo cuando mi profesora de desarrollo humano: adultez en la universidad nos enseñaba que las relaciones son contratos, algunos escritos, otro verbales y algunos solo se asumen sin decir ninguna pauta, en ese punto reflexione que nunca lo había visto así, hasta ese momento ni siquiera era consciente que el matrimonio civil como un contrato con dos partes, que incluía unas obligaciones y derechos.

¿Qué es un contrato? un contrato es un acuerdo, que implica dos partes, donde se comprometen de manera reciproca a respetar y cumplir unas condiciones y expectativas, estos contratos son la clave de las relaciones amorosas. Todo tenemos diferentes lenguajes en el amor, la forma en la que percibimos y damos amor, algunos se comunican el amor con palabras, otros con acciones, con cuidado, con detalles o con lo que sea que asumamos que es una forma de demostrar el amor.

Identificar ese lenguaje del amor es la primera tarea y es una tarea personal, es importante que cada uno de nosotros reconozco su lenguaje del amor, como damos amor y como esperamos recibir amor para lograr iniciar a construir el contrato además de realizar una lista de las cosas que estamos dispuesta a negociar como el barrio de residencia y las que no estamos dispuestos a negociar como la tenencia o no de hijos, para mi esta es la introducción a la famosa responsabilidad afectiva.

Un contrato de amor hecho de manera consiente, conjunto y eficiente puede ser para mí un indicador de éxito para las relaciones amorosos pues después de reconocer mi lenguaje y establecer mis expectativas frente al otro, es lo necesario para iniciar a negociar ese contrato de amor, ¿Qué vamos a negociar? vamos a negociar nuestros aportes en la construcción del nosotros y de un proyecto de vida conjunto, negociamos limites, situaciones y condiciones negociables y no negociables, como tener hijos, casamientos, migrar y lugar donde se quieren establecer a futuro.

Cuando logramos conversar y conciliar frente a nuestras situaciones negociables y no negociables cuidamos a futuro incompatibilidad de caracteres, frustraciones frente a nuestra relación y nuestras vidas.  Soy consiente que se pueden presentar cambios en el largo camino de la vida, pero siempre y cuando seamos reflexibles reconociendo nuestros acuerdos previos vamos a lograr realizar actualización al contrato, claro está, estas actualizaciones deben estar avaladas por ambos.

Si el contrato se construyen entre las dos personas que ya han adelantado su proceso de autorreconocimiento en el lenguaje del amor, de su propio proyecto de vida, expectativas y situaciones negociables y no negociales, a eso le sumamos las conversaciones de conciliación del contrato de amor donde ambos expresen lo que están dispuestos a dar y lo que esperan recibir es muy seguro que logren obtener una relación sana, equilibrada, con la organización y fuerza para trabajar por ella.

Hagamos el ejercicio e imaginemos a dos personas que se conocen e inician un relación y pasan los meses sin hablar de temas como los hijos, el matrimonio, la independencia económica, los espacios extramaritales y al pasar los años descubren que uno de los dos no quiere tener hijos y para ambos este es un aspecto no negociables ¿Qué creen que puede pasar con esta pareja? Quien quiere hijos puede ceder y correr el riesgo de sentirse de mil maneras entre esas, sentir que es quien mas aporta a la relación o que su pareja es una persona egoísta que no piensa en sus deseos y si quien termina cediendo es quien no quiere hijos a futuro existe la posibilidad de sentir que tiene una responsabilidad que no deseaba.

Claro esta estas son posibilidades, porque dos incompatibles pueden “fusionarse” y sacar lo mejor de la relación, pero este proceso no es mágico, este proceso implica trabajo individual y grupal, para este se necesita autoconocimiento, amor propio y hacia el otro, empatía y habilidades para la negociación. Estas situaciones pueden solucionarse, conciliarse, pero es mucho mas costoso en tiempo, energía y sentimientos que si se hubiera trato el tema al inicio de la relación.

La clave de las relaciones son los contratos, la clave de los contratos la comunicación asertiva, la clave de la comunicación asertiva es el autoconocimiento y la clave del autoconocimiento es el amor así que de cierta forma este proceso de contratos de amor son ciclos donde cada paso implica crecimiento individual y de la pareja.

Las relaciones de parejas en la actualizada son comprendidas más allá de la emocionalidad o de la costumbre ya se reconoce que necesitamos equilibrio, construir espacios que nos permitan a ambos crecer, dar y recibir así que procura construir tu contrato de amor.


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Yaquelin Chaverra Perea

Soy una mujer negra, feliz y feminista, cristiana y psicóloga, me gusta la política, la innovación social, el emprendimiento y la educación. Creo en la co-creación como herramienta del desarrollo social y me gusta escribir las locuras que pasan en mi cabeza.

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