Todos contra Petro

Efecto Petro

Dejo claro en este apartado, no soy Petrista ni promotor activista de su campaña, pero el panorama actual de la política en Colombia es de cierta manera vergonzosa e inapropiada en términos de democracia deliberativa y diversificación de ideas y propuestas. Padecemos actualmente una problemática de estigmatización, miedo y calumnia donde incluso los personajes más cultos e intelectuales de nuestra sociedad están siendo partícipes de propiciar un sesgo ideológico que no invita al debate ni a la refutación de propuestas sino a la crítica mañosa, rampante e irresponsable que agudiza la polarización social y política en nuestro país.

Durante todos estos últimos días posterior a las elecciones legislativas he tenido la oportunidad de leer varias columnas de opinión, en revista semana, periódico el Espectador, Periódico el Colombiano, en torno a las elecciones presidenciales 2018, pero además escuchar los comentarios de diferentes analistas en televisión y desde luego escuchar importantes figuras políticas que promueven el “Cambio”, y todo ello para escuchar siempre lo mismo, hablar mal de uno de los contendores políticos que hoy sobresale en las encuestas con un alto porcentaje de intención de voto pero que además hizo eco en la consulta del pasado 11 de Marzo, me refiero al Dr. Gustavo Petro. A quien los grandes poderes económicos, los medios de comunicación y sus contendores políticos de derecha, centro e izquierda le han iniciado una persecución sistémica en torno a descalificar su imagen y aglutinar los miedos del ciudadano con el argumento de que dicho candidato encarna  los males de Venezuela para Colombia.

De todo lo anterior, no he tenido la oportunidad de escuchar a comentaristas ni a políticos contendores refutar las ideas y propuestas que este candidato anda proponiendo a lo largo y ancho del país, no he tenido la oportunidad de escuchar en los diferentes foros que se han realizado en torno a los candidatos, refutar, analizar y rebatir la viabilidad, la coherencia y la pertinencia de los programas de gobierno, es decir, no ha habido un debate de altura, un debate de información, un debate serio, limpio y equilibrado que garantice a la ciudadanía poderse enterar de la veracidad del liderazgo, el carácter y la inteligencia de nuestros futuros gobernantes.

La gran maniobra de la centro-derecha ha sido tomar como referente a Venezuela, que desde luego hoy en día enfrenta pésimas condiciones a nivel económico, social y político pero tampoco podemos ser indiferentes ante las pésimas condiciones que también padece Colombia a nivel económico, social, político e institucional donde ha sido mal gobernada plutocráticamente durante más de 200 años por las mismas familias, donde la extrema pobreza, grandes índices de desigualdad, gran concentración de tierras, mala educación, asesinato a líderes sindicales y sociales, alto nivel de corrupción y pésima prestación en los servicios de salud corresponde a Colombia y solo a Colombia. “Mal estar como Venezuela, Sí, pero peor estar como Colombia” comentan ya algunos otros países como Brasil.

En resumidas cuentas, esa orquesta politiquera que se armó en contra de este candidato deja entre ver, el gran miedo de esos poderes económicos y mediáticos que urgidos por el desespero corren a formalizar alianzas entre amigos y ex-amigotes de derecha para no dejarse ganar el pulso en la contienda electoral, eso sí tiene la derecha que se saben organizar así estén enojados, mientras la centro-izquierda se envuelve en el juego de la derecha y como si fuera poco su orgullo y vanidad no les permite progresar.

Ñapa: Ese tal Castro-Chavismo no existe, como tampoco existe la posibilidad de que Colombia este peor. Lea y analice el pliego de propuestas de los candidatos, escuche los debates y deje de repetir “Castro-Chavismo-Venezuela”, no vote por el que diga Uribe o el que Diga el papa, vote por el que demande su inteligencia, su razón y convicción de cambio y por último, comparémonos con países potencia, con países cuya condición económica social y política este mejor que Colombia a ver si nos quitamos esa conciencia mediocre y conformista de pensar que como estamos mejor que Venezuela ya eso es ganancia. No, en Colombia también se padece condiciones vergonzosas de hambre y de pobreza propiciadas por un gobierno capitalista y un gobierno de derecha. Que no te sesguen la Conciencia.

Alexander Gómez Cano

Docente, Abogado y politólogo en formación. Maestrando en Gobierno y Políticas Públicas.