Tiempo de cosecha

¿Cómo inició el PARO?

El paro estudiantil no inició el 10 de octubre, como se afirma en algunos noticieros, sobre todo porque los paros no se decretan, sino que se construyen desde abajo. El descontento y las graves situaciones económicas de las universidades de carácter nacional se venían acumulando desde 1992 con la ley 30, la cual congeló el presupuesto de las universidades a su vez que las obligaba a aumentar su cobertura de 150.000 a 600.000 estudiantes, con los mismos recursos. Razón por la cual la universidad se vio obligada a buscar recursos propios a través de la venta de sus servicios, descuidando su razón de ser que es por supuesto generar conocimiento científico para el desarrollo de la nación.

«Se construyen desde abajo»

Tampoco fue una conciencia inicial del estudiantado lo que llamó al paro nacional, este inició con un alzamiento de los profesores de la UdeA en contra de un alza de impuestos que les habían aprobado en el 2016 y sobre la cual solo reaccionaron hasta 2018. Luego del alzamiento de los profesores la rectoría prendió las alarmas sobre la situación financiera de la UdeA.  Varias facultades convocaron a asambleas de estudiantes para analizar esta problemática, luego de las cuales llamaron a “asamblea permanente” comenzando por la Facultad de ciencias económicas el 28 de agosto de 2018.

El movimiento nacional se comenzó a construir el Florencia Caquetá, en un ENEES (Encuentro nacional de estudiantes de educación superior) del cual surgió la UNEES (Unión nacional de estudiantes de educación superior) donde se construyó un pliego de exigencias de 10 puntos, de los cuales 5 eran mínimos y que no se conformaban con una solución en cuanto a lo financiero sino en el tipo de educación que queremos los universitarios.

La UNEES pretendía tomar el cielo por asalto y cambiarlo todo en cuanto a educación superior. La particularidad es que para ello buscó el apoyo de los institutos universitarios, técnicos y tecnológicos (ITM, Politécnico, Pascual Bravo, etc) y el apoyo de las universidades privadas para las cuales también había exigencias en el pliego. Como lo ven, no hay representantes de los que han visto en los medios construyendo el paro, solo está la gente, solo está el estudiante de a pie.

¿Qué debemos hacer los estudiantes?

En Medellín la manifestación más grande que se haya visto en esta ciudad fue gracias a este paro de estudiantes, alrededor de 80.000 personas salieron a la calle, superando por mucho la marcha por la paz que convocó a 26.000 personas. Estas marchas para diciembre ya contaban con alrededor de 3.000 personas o menos. Un gran mecanismo de presión fue la caminata que emprendieron jóvenes de todo el país a pie hasta Bogotá, fue esta presión y no otra la que sustituyó las grandes marchas a finales de noviembre e inicios de diciembre. Jóvenes de todas las partes del país, incluido Antioquia, se fueron caminando hasta Bogotá y este fue el golpe de gracia para la derrota del gobierno Duque.

«No hay representantes de los que han visto en los medios construyendo el paro, solo está la gente, solo está el estudiante de a pie.»

Los estudiantes no nos podemos dar el lujo de continuar con un PARO que lleva construyéndose desde agosto y que fue convocado como movimiento nacional el 10 de octubre, en el cual participaron la gran mayoría de las 32 universidades públicas del país y algunos IUTTS. Después de todo luchamos por la educación de la gente más humilde y de las clases medias, esa gente que no tiene para pagar una universidad de 16 millones de pesos y para las cuales la educación debe ser un derecho y no un privilegio de unos cuantos dispuestos a endeudarse o con el poder adquisitivo suficiente. Quien tiene que graduarse para comenzar su vida laboral como profesional no puede darse el lujo de continuar este paro a perpetuidad, salió de manera valiente a defender su derecho y el derecho de los suyos a una educación publica, gratuita y de calidad, pero ¿Cuánto tiempo podemos continuar así? Como se vio en los últimos meses de 2018 la presión en la calle ya había disminuido, muchos compañeros y compañeras ya estaban en sus regiones en plan de vacaciones ¿Volverán de sus regiones a marchar o marcharán desde allí? Lo veo poco probable.

«Luchamos por la educación de la gente más humilde y de las clases medias»

El paro debe terminar para dar paso a una construcción más profunda de movimiento estudiantil, a una reforma estructural de todos los problemas que tiene la educación superior. Más que tener presupuesto es cómo nos pensamos la ejecución de ese presupuesto, el mantenimiento de los edificios, bienestar, la reforma de los pensum, las acreditaciones de calidad, etc. Sería un error garrafal seguir en un paro que ya está desgastado, lo que debemos hacer es cosechar los frutos de la primera batalla ganada, construir un relato de victoria, uno que les sirva a las futuras generaciones para reaccionar cuando les llegue el momento de luchar por la Universidad pública y que sepan que esa lucha vale la pena. Debemos estar alertas ante cualquier intención del gobierno de no cumplir con lo acordado y para eso debemos estar en nuestras universidades y no de vacaciones.

Se vienen momentos oscuros para la gente, seguirá cada vez con más descaro los casos de corrupción, seguirán los asesinatos de líderes sociales, seguirá la tauromaquia, seguirá el deterioro medio ambiental y los estudiantes debemos saber que nuestra lucha no es la única justa y que, así como la sociedad nos apoyó en nuestra lucha, debemos estar presentes en cada una de las luchas que se vienen.

Que el paro termine para cosechar la victoria y construir un futuro promisorio.  

Cristian Ortega

Estudiante de Economía de la Universidad de Antioquia, crítico de la clase politica tradicional y de los caudillismos. A favor de un desarrollo sostenible, un crecimiento con inversión social y la defensa de los animales.