Ajusta EPM el tercer gerente en los 15 meses corridos de la era Quintero. Se trata del señor Alejandro Calderón Chatet, un economista o trabajador social o ambas cosas a la vez o ninguna, vaya uno a saber.
En la página de EPM, donde se anuncia su nombramiento, se informa que el señor Calderón es economista. Sin embargo, en la página de la función pública, aparece como graduado en trabajo social, titulo también muy honroso, pero mucho menos apropiado para el cargo para el cual ha sido nombrado.
Al final de esta nota se reproducen los perfiles del señor Calderón procedentes de ambas fuentes. Me impresionó mucho el contraste entre el ostentoso brillo del primero con la modesta opacidad del segundo. Cada cual saque sus conclusiones. En todo caso, el señor Calderón debería aclarar si es economista o trabajador social, exhibir los diplomas respectivos al igual que los de sus postgrados, que también parecen un tanto dudosos.
Llama también la atención el hecho de que en ninguno de sus perfiles – ni en el brillante ni en el opaco – acredite en señor Calderón experiencia alguna en las actividades de las que se ocupa EPM. Lástima me dan los funcionarios de carrera de EPM al imaginar los episodios de pena ajena por los que pasarán nuevamente con un gerente que no distingue entre energía y potencia y confunde los voltios con los vatios, pues esas cosas no se enseñan en las escuelas de trabajo social.
Me sorprende que la firma caza talentos, que supuestamente seleccionó al señor Calderón, y la Junta Directiva, que supuestamente acompañó el proceso, no se hayan percatado de esos vacíos en su hoja de vida o, si se percataron, que no les hayan dado importancia alguna. Si un trabajador social sin experiencia alguna en servicios públicos pudo ser seleccionado para el cargo ejecutivo más importante del País, después de la presidencia de Ecopetrol, no quiero ni imaginar el perfil de los candidatos a los que venció en «franca lid» en el supuesto proceso de selección.
Aunque el fuerte del señor Calderón supuestamente son las finanzas, la experiencia en este campo es mas bien modesta y contradictoria. En el “perfil brillante” se indica que los últimos cuatro años los pasó como “gerente” de C&C Gold, pero en el “perfil opaco” se presenta como “contratista”. La confusión se hace mayor pues, según informa el portal La Silla Vacía, la firma en cuestión es una microempresa, con un capital de diez millones, de la cual el señor Calderón es fundador y único accionista.
Los antecedentes que rodean el nombramiento del señor Calderón son más bien bochornosos. Es confuso, por decir lo menos, lo referente a su formación profesional; sus postgrados son dudosos; no acredita conocimiento alguno de los negocios propios de EPM y su experiencia en las finanzas, el campo que se supone es su fuerte, es más bien modesta. Todo esto habla mal del señor Calderón, por supuesto, y de la firma cazatalentos que hizo la selección y de la Junta Directiva que la avaló.
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