“El socialismo podría haber replanteado su estrategia en el continente frente a la próxima caída perturbadora para ellos del régimen de Maduro.”
Estados Unidos tiene en la mira hoy más que nunca al gobierno chavista, ya tiene tropas apostadas en el continente suramericano como presión al decaído régimen bolivariano, y como parte de su estrategia de control ante un posible intento de un nuevo orden económico mundial, controlando así, el sur del continente para negar la entrada directa de ideologías de Rusia y China, utilizadas como ayuda para la justificación de la izquierda suramericana en la actualidad.
Con la inesperada llegada del gobierno Duque a Colombia, la llegada a la presidencia del político y militar retirado Bolsonaro en Brasil (aliado de la potencia del norte), así como EE. UU. y sus intenciones históricas contra el socialismo en América Latina, que se encuentra actualmente tomando acción y en mira del chavismo miserable en Venezuela y como si fuera poco con los desastrosos resultados en progreso de los gobiernos que años atrás en el continente se autodenominaban «socialistas» (Bolivia, Argentina, Ecuador, Venezuela y Paraguay), es natural que la ideología absurda de la izquierda esté preocupada por la toma del poder, si llegase a derrocarse el principal defensor del socialismo en la región.
Además, todos los países del continente americano ya penetrados por agitadores y derrocadores de gobiernos contrarios a las ideologías comunistas, así como militares y políticos acomodados estratégicamente en cargos y áreas vitales esperando su momento y, medios de comunicación prestos a la ayuda del lanzamiento de la campaña totalitarista para la toma del poder regional; para la izquierda es inadmisible que se pretenda acabar con su plataforma territorial ideológica y repetir una Cuba que cortaría en dos la ocupación del territorio latinoamericano.
De esta manera, el socialismo tras años de espera para la toma del poder no puede ceder sus propósitos con la caída de Maduro y su régimen, tendrán que adelantarse a lo inevitable y minimizar la adversa situación que se les avecina. El sistema socialista tiene que recuperar su estado inicial en el continente una vez termine ésta terrible pandemia que genera tanta controversia.
En consecuencia, la izquierda estará regresando a Venezuela un porcentaje de las milicias penetradas en otros países, como estrategia para demorar el derrocamiento del régimen por medio de la resistencia civil armada, en los países de la región podrían estar acelerando nombramientos de partidistas en entidades públicas de todos los niveles, para desde allí dominar grupos sociales y hacer campaña socialista y de desacreditación a la democracia actual, así mismo, pretenderían aumentar la visualización a nivel territorial con los medios de comunicación afines a su ideología en cada país, para mantener su ideológica viva antes de la oscuridad total ya en el poder y por último, reunir a los principales exponentes del socialismo de la región en Cuba para directrices de la desestabilización local.
De acuerdo a lo anterior, se valen todas las artimañas y trampas propias de los pillos más pillos, como supuestos desaparecimientos de mandatarios de gobierno con la desinformación de muerte, líderes políticos con tratamientos básicos pasados como procedimientos de alta complejidad para salir desapercibidamente de países evadiendo responsabilidades y aprovechando la protección cubana de cabecillas narcoterroristas del brazo armado de la izquierda de la región, concentrando todo el poder ideológico en la olvidada isla.
Una vez dictadas las directrices de ésta resiliencia socialista en Cuba, y amparados bajo la misma democracia que planean derrocar, pero que de momento sirve para impunemente regresar y difundir su nueva estrategia en aprovechamiento de la distracción pandémica mundial, retomarán las actividades propias de su ideología e iniciarán la ejecución de lo replanteado.
Puntualmente, en Colombia el brazo político socialista de cabecillas de las FARC, ahora también conocidos como senadores y congresistas, mantendrán su penetración en el Estado opinando y controvirtiendo normatividades propias de la democracia, para que no se expidan leyes que puedan afectar directamente sus intereses y seguir delinquiendo bajo el amparo estatal, donde la impunidad es la mejor representación de las batallas ganadas en contra de la democracia en el país.
Finalmente, esperaremos en nuestro país el inicio de nuevas marchas como las ya programadas para el mes de junio, el aprovechamiento de la pandemia para buscar el inconformismo social por cualquiera de sus medios y absurdas razones, lo esencial será generar caos y anarquía en el país y en sus símiles de la región para mantener los parámetros del socialismo y desestabilizar las democracias de América Latina, según lo aparentemente planteado en el Foro de Sao Paulo.
Siempre listos.