Tendencia al centro

El centro se ha popularizado y los candidatos más moderados encabezan las dos caras de la moneda, como lo demuestra la última encuesta realizada por “Guarumo-Ecoanalítica Medicion y Conceptos Económicos”, en la que Sergio Fajardo e Iván Duque encabezan y en donde pueden, en un eventual escenario, quedar empatados por poco si se tiene en cuenta que el margen de error es del 4% y su diferencia del 4,4%. Sergio Fajardo encabeza la posibilidades de quedarse con el título de presidente de la república, repuntando con un 15,7% de probabilidades, contra un 11,3% con el cuál Iván Duque aventajó a Gustavo Petro y Germán Vargas Lleras con un respectivo 1,4% y un 2% de diferencia. Aun así, falta mucho por conocer, los candidatos no son muy conocidos en las regiones así que la opinión -como siempre- es variable y puede cambiar favoreciendo a unos y desfavoreciendo a otros en diversos escenarios. Por otro lado, históricamente el voto de opinión representado por Sergio Fajardo ha sido muy aplaudido en las encuesta pero poco votado, un fenómeno que se vio evidenciado en la Ola Verde, de la cuál Sergio Fajardo hizo parte, por lo tanto la denominada “Coalición Colombia” tiene un gran reto.

Fuente: EL TIEMPO

Por un lado de la moneda tenemos a Iván Duque, el seleccionado por la metodología establecida en el Centro Democrático a través de las encuestas de favorabilidad, que terminaron elevando a Duque como el próximo candidato presidencial por parte del uribismo. Sin embargo, sectores más radicales afines al Centro Democrático no están de acuerdo con la candidatura de Iván Duque y lo han expresado seguidamente. El fuego amigo contra Duque no se ha hecho esperar, en el mes de julio el que fue de 2002-2004 el “superministro” del presidente Álvaro Uribe y ahora presidente honorífico del Centro Democrático, Fernando Londoño Hoyos, criticó fuertemente las posiciones del ahora candidato a la presidencia Iván Duque, incluso señalandolo como “Santista”, un vehemente ataque considerando que el Centro Democrático ha marcado una fuerte oposición al gobierno Santos, siendo sin duda, su mayor crítico. Pero aquí no termina los vaivenes de Iván Duque con el Centro Democrático. Dos conocidas figuras del CD, las cuales han sido bases en los sectores más tradicionales del partido: Óscar Iván Zuluaga y Luis Alfredo Ramos, no apoyaron a Duque durante las encuestas en las que se buscaba seleccionar al próximo candidato presidencial, durante las votaciones apoyaron a Carlos Holmes Trujillo y Rafael Nieto, respectivamente. A pesar de los sucesos por los cuales ha tenido que pasar, Duque se quedó con el puesto que sus 4 compañeros de bancada también anhelaban, repuntando en la última encuesta del Centro Democrático con un 29,47% de favorabilidad contra los favoritos de Zuluaga y Ramos con un 20,15% para Holmes y 20,06% para Nieto. Se puede decir que las posturas de centro-derecha prevalecieron sobre las más radicales.

En el otro lado de la moneda tenemos a Sergio Fajardo (Compromiso Ciudadano), que decidió junto a Claudia López (Alianza Verde) y Jorge Robledo (Polo Democrático) formar una alianza para fortalecer sus candidaturas. Pero la denominada “Coalición Colombia” no se salva de la tendencia de favoritismo a los sectores centro. Aunque a priori el mecanismo mediante el cual se escogería uno de los tres precandidatos para presentarse como candidato a la presidencia no estaba definido se rumoraba que podría ser: i) A través de encuestas, (idea de la cual Fajardo discrepo) ii) Una consulta interpartidista o iii) Mediante un consenso. Después de percances vividos en la alianza se determinó mediante un consenso que Sergio Fajardo será el candidato elegido por la Coalición gracias a sus buenos puntajes en las encuestas y entre otros, al igual que Duque, el candidato más inclinado al centro.

El panorama que se presenta nos muestra como la tendencia al centro -ya sea centro-izquierda o centro-derecha- parece estar tomando fuerza. Este fenómeno puede explicarse a partir de varias hipótesis:

  1. La tendencia al centro se puede ver como una manifestación de la ciudadanía en contra de la fuerte polarización en la que la sociedad civil se ha visto inmiscuida, gracias a disputas que no debían ser llevadas a tal escala. Muchos ciudadanos manifiestan que quieren superar los debates entorno a: “¿Santo o Uribe?, ¿Derecha o Izquierda?, ¿Si o No?” etcétera. El daño causado por la cultura de la polarización fue grande y seleccionar candidatos con posturas menos parcializadas puede ser una forma de mostrar el desacuerdo que generaron los debates circulares los últimos 4 años.
  2. Los votantes esconden sus posturas más radicales. Durante el plebiscito sucedió un fenómeno electoral en el cuál las encuestas no estaban conectadas con los resultados reales de las votaciones, un mes antes de la votación del 2 de Octubre, el “Si” ganaba en las encuestas con una sorprendente diferencia del 20%. El “Si” encabezaba con con un sorprendente 54%, mientras el “No” se llevaba una cifra de tan solo el 34%. A pesar de esto, ya conocemos el resultado final, el “No” abatió al “Si” con una pequeñísima franja de diferencia.

Esta incógnita tiene respuesta en la conducta de las personas, las cuales deciden no mostrar su verdadera posición y se inclinan pasajeramente por “el más popular”, algo similar a lo que pasa en los periodos cercanos a las elecciones en donde algunos votantes dicen: “apuestele al más popular” inclinándose por el personaje que puntea en las encuestas, pero terminan votando por otro candidato. Actuaciones como estas demuestran que tendencias de este tipo son inciertas y que las encuestas pueden ser igual de imprescindibles a la opinión de las personas, por lo que no podríamos confiar de los resultados que muestran las cifras y la tendencia al centro solo sería una ilusión debido a, reitero, los ocultos juicios de los votantes. Además hay que recordar que el voto de opinión suele ser muy popular en las encuestas pero poco votado en las urnas.

¿Estaremos ante una nueva época donde existe favoritismo hacia posturas de centro o esta tendencia será solo una impresión efímera?