Llega al Ministerio de Educación una profesional de la Región Caribe, Janeth Giha, para liderar esta cartera en la última etapa del gobierno Santos. Muchos han escrito sobre sus retos inmediatos, como por ejemplo evitar un paro nacional de maestros que se prepara actualmente en el país, y otros más incluyendo algunos temas que no pudo resolver en Colciencias. Como lo señala Moisés Wasserman, ex rector de la Universidad Nacional, no es culpa de los investigadores que los recursos destinados a la investigación duerman el sueño de los justos. Es el método equivocado para ejecutarlos. Qué paradoja, los centros de pensamiento colombianos, ahogados económicamente porque nadie financia investigación, y los fondos del Estado sin ejecutar. Pero, ese tema, aunque no es ajeno a la cartera de educación, le tocará abordarlo directamente a quien llegue a Colciencias.
La presión se quedará en los problemas evidentes y de muy corto plazo. Por eso es conveniente plantear por lo menos dos que ya tienen un carácter dramático. El primero es la situación de la universidad pública abandonada de manera penosa, especialmente la Universidad Nacional que se está cayendo a pedazos. Se ha reconocido internacionalmente que es la mejor universidad del país, superando con frecuencia a la Universidad de los Andes, que ahora se convirtió en una institución de desarrollo urbano. Poco ha hecho esa cartera para afrontar esta crisis que afecta a miles de estudiantes quienes con sus profesores ven cómo con un solo aguacero, se caen pedazos de sus viejos edificios. Póngale bolas a ese problema ministra, porque es una bomba de tiempo.
El segundo tema la debe tocar por ser usted de la Región Caribe. Su experiencia profesional tiene más de guerra que de solidaridad, así que tendrá que hacer un gran esfuerzo para afrontar esta dura realidad. La población de su región, la de 7 departamentos, no es Barranquilla sino que es muchísimo más, enfrenta una educación pésima. Su región tiene la segunda tasa más alta de estudiantes con nivel bajo de competencia en matemáticas. Solo la región Amazónica está peor. Magdalena, Guajira, Córdoba y Bolívar tienen más de la mitad de sus estudiantes con esta seria limitación. Como siempre, Barranquilla es la excepción, pero en general, según las pruebas saber y otros indicadores de calidad, la juventud costeña está siendo formada con serias desventajas frente a la del resto del país.
La situación de la población universitaria no es mucho mejor. En 2010, la Región Caribe registró una matrícula en educación superior de 249.557 estudiantes, lo que representa una tasa de cobertura de 24%, porcentaje inferior al alcanzado a nivel nacional en el mismo período (37,1%). De ellos, apenas 1.91% está en un programa de posgrado (inferior al promedio nacional, de 2.2%). Después se sorprenden de que los NiNi, jóvenes que ni estudian ni trabajan, sea tan alta. ¿Le interesará este reto señora ministra?