Sorpresas para el  27 de mayo

En Colombia, la mayoría de las encuestas que se han realizado, de cara a las presidenciales del 27 de mayo, han evidenciado que existen dos candidatos que estarían disputándose la presidencia en la segunda vuelta: Iván Duque y Gustavo Petro. Además, han mostrado una campaña polarizada entre la derecha y la izquierda, con terceros o cuartos candidatos ya por fuera de la contienda y que, en últimas, existe una especie de confrontación divina entre el bien y el mal. Sin embargo, las cifras de las encuestas y lo que los medios han informado sobre estas ha sido limitado; no se está mostrando una realidad amplia del proceso electoral en el país, sobre todo en cuanto a la maquinaria política.

Me explico: primero, el comportamiento de las encuestas en el país cambió ostensiblemente luego de las elecciones a Congreso y consultas interpartidistas. Los resultados de estas últimas, configuraron una trampa al momento de dirigir la opinión política del país pues se generó un triunfalismo en las campañas de Duque y Petro, dado que el primero obtuvo en su consulta más de cuatro millones de votos (casi seis con los otros candidatos) y el segundo alcanzó cerca de tres millones (más de tres millones y medio con el otro candidato). No obstante, lo que poco se observó y analizó fue el comportamiento de las elecciones al Congreso, que tuvieron interesantes resultados de manera particular en la Cámara de Representantes.

Segundo, en la Ciencia Política cuando se estudia la teoría de los partidos políticos se aprende que en las elecciones los votos más importantes son los de la cámara baja. En pocas palabras, los votos de la Cámara de Representantes son los que se deberían analizar al momento de establecer proyecciones cercanas a la realidad política de los territorios, sobre todo, en un país como Colombia que está marcado por la fragmentación territorial y la presencia de líderes políticos en cada una de las regiones, que en últimas son los que manejan los votos y a quienes los candidatos buscan y piden su apoyo. El voto regional está asociado a un compromiso y a un reconocimiento entre semejantes en los barrios, comunas, corregimientos, veredas, etc. Entonces, ¿será que las encuestas alcanzan a medir esto?

Tercero, si la teoría aplica en nuestra realidad, el panorama es bien diferente a lo que plantean las encuestas. Recordemos que según el último informe de la Registraduría del Estado Civil en las elecciones del 11 de marzo, los resultados en la Cámara de Representantes fueron: el Partido Liberal obtuvo casi 2.5 millones de votos, el Centro Democrático 2.4, Cambio Radial 2.1, el Partido de la U 1.9, el Conservador 1.8, Alianza Verde casi 885 mil, el Polo Democrático 445 mil, Opción Ciudadana 311 mil, la Coalición de la Decencia 262 mil y el Partido Mira cerca de 586 mil votos. Este panorama es discordante a la burbuja generada a partir de las consultas que han replicado las encuestas, en las que se insiste en un escenario polarizado. Mientras que, por el otro lado del espectro, algunos candidatos se disputan los votos para buscar el apoyo de los líderes locales.

Cuarto, hay que insistir en otro asunto de la teoría de los partidos políticos, donde se considera que las encuestas son un instrumento de “deformación de la opinión pública”, porque solo evidencian una pequeña parte de la expresión electoral. No olvidemos que, por lo general, están movidas por coyunturas del momento y dejan al margen las “motivaciones electorales”, es decir, las estructuras electorales regionales. Las encuestas terminan dejando por fuera otros factores ideológicos, personales, sociales y económicos que inciden en la decisión del electorado, e insisten en mostrar una opinión marcada por el triunfalismo de dos candidatos luego de sus consultas interpartidistas.

Posiblemente la burbuja terminará estallando y veremos el resultado de los cálculos políticos de varios partidos que no quieren perder el poder que han tenido en los últimos ocho años. Con todo, considero que el próximo 27 de mayo habrá varias sorpresas. Tal vez no será la primera y la última vez que las encuestas no coincidan con el resultado y tampoco que el voto de maquinaria se haga sentir en Colombia. Diversas alianzas se han gestado en los últimos dos meses que silenciosamente favorecen a un candidato.

Pedro Piedrahita Bustamante

@piedrahitab

 

Pedro Piedrahita Bustamante

Politólogo, Doctor en Derecho Internacional y Magíster en Seguridad y Defensa. Se desempeña como profesor de tiempo completo de Ciencia Política de la Universidad de Medellín.