En una teoría propuesta en 1930 aparentemente por el escritor húngaro FrigyesKarinthy, en un cuento llamado “Chains”, se plantea la hipótesis de los “Seis grados de separación”, esta intenta probar que cualquier persona en el mundo podría estar conectada a otra persona a través de una cadena de conocidos que no tiene más de 5 intermediarios.
Es decir, usted y yo como simples colombianos que somos, sin mayor influencia ni reconocimiento local o mundial, podríamos estar conectados con el Presidente de los Estados Unidos, con Bill Gates, con Tom Cruise, Jennifer López o con cualquier otra persona que se le ocurra por medio de solamente 5 personas intermediarias. Probablemente de allí sale el dicho popular “el mundo es un pañuelo” que coloquialmente utilizamos cuando nos encontramos con personas que conocen a nuestros conocidos.
Pues bien, el día de ayer escuchando la magistral exposición de María Fernanda Cabal en La Hora de la verdad, que pueden encontrar en el siguiente link llegué a la conclusión que en Colombia el crimen está interrelacionado por mucho menos que esos 5 intermediarios, me atrevería a decir que son incluso menos de 2 grados de separación.
Siempre he estado en contra de las ZRC (Zonas de Reserva Campesina) porque considero que como cualquier otro lugar deberían estar custodiadas y administradas por el estado, allí también habitan colombianos que, al igual que nosotros, tienen derechos y deberes para con el país. No le veo sentido a que el único cordón que ate las ZRC al estado sea el dinero que dé el mismo, por medio de nosotros los contribuyentes, para su subsistencia, mientras que para el resto de actividades tienen total autonomía y cero regulación. No en vano el exministro de agricultura las denominó como <<Republiquetas>> dentro del estado.
Colombia cuenta hoy con 6 ZRC que suman más de 800.000 hectáreas, es una cantidad muy significativa de territorio que, sin embargo, dista mucho de los 9 Millones de hectáreas que pretenden tener las FARC por medio de esta figura.
Ya algunas veces me han dicho que los campesinos merecen vivir tranquilos sin hacer parte del conflicto colombiano, y por esa razón se deben respetar las ZRC; pues para mí al ver los claros vínculos que tienen estos territorios con las FARC, estas zonas jamás deberán ser permitidas y los colombianos debemos oponernos a ellas.
En un breve repaso, basándome en la entrevista que María Fernanda dio a Fernando Londoño, les puedo resumir que fue el M19 el promotor de la ley que en el 94 dio vida a las ZRC, su ideólogo fue un señor Gerardo González, padre de Byron (Jefe del bloque Oriental de las FARC) y suegro del Mono Jojoy. (¿Ven cómo todo está relacionado?)
Para más asombro, queridos lectores, somos nosotros los que estamos financiando estas <<republiquetas>> disfrazadas de falsos “remansos de paz”, por medio de entidades del estado, como el INCODER.
Es asombrosa la manera como el plan de masas de las FARC entre 2010 y 2014 coincide con los planes del INCODER. Esta información ha sido obtenida por medio de los computadores incautados en varias operaciones militares dónde se han dado de baja a importantes cabecillas del grupo narco-terrorista FARC. Si bien, por obra y gracia de la justicia de este país, el material encontrado en esos computadores no puede ser utilizado como pruebas en ningún caso, ello no quiere decir que la información allí contenida sea falsa.
Es así cómo se ha determinado que las zonas establecidas por las FARC, para ser ZRC, coinciden con millonarios contratos estatales que se han entregado por medio del INCODER. Por ejemplo la Asociación del Valle del Río Cimitarra recibió un contrato por COP $400Millones; ASCAMCAT a través de su socio, el Colectivo de Abogados Luis Carlos Pérez (colectivo que defiende a los “campesinos” detenidos) ha recibido COP $380Millones; Humanidad Vigente, ONG de Puerto Asís, Zona de refugio humanitario (Del cura Javier Giraldo) ha recibido COP $380Millones y como estos, muchos más.
Sabiendo esto, ¿está usted dispuesto a que por medio de los impuestos que usted paga por el dinero devengado con su trabajo honrado y actividades lícitas, se financien estos lugares que no buscan otra cosa más allá que control territorial para las FARC y sus aliados, en lugares donde no puedan ser perturbados por ningún organismo del estado y además de ello se encuentren protegidos y salvaguardados por entidades humanitarias internacionales?
Ay mi querido país, ¿hasta dónde vamos a llegar antes de reaccionar?
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