“Siempre será deseable que aumentos del salario provoquen aumento en la felicidad los trabajadores sin afectar la inflación y al mismo tiempo el empleo sea suficiente. Siempre será…”
Aumentar el salario por encima de la inflación no parece una buena idea, sobre todo si la calidad del mercado laboral se ve afectada por una alta rotación de la mano de obra, acompañada de un complejo sistema de asignación de empleo formal que a su vez no se puede permitir pagar salarios altos porque los costos también aumentan.
Sin embargo, las expectativas sobre el comportamiento de la inflación, que cerró 2023 en 9,28%, daría a entender que el país ha iniciado la senda hacia el rango meta del 3%. La verdad, es que la bajada de la inflación no es todavía significativa a la velocidad que debería estar haciéndolo, esto por cuanto no tenemos certeza del comportamiento del indicador en un contexto en el que por un lado suben los combustibles y con ello se ajustan los regulados y por el otro, los alimentos pueden dar sorpresas, sin contar, que los ajustes en el cobro de tarifas de seguros, arriendos e impuestos también afecta el bolsillo.
Para no ir tan lejos, un aumento del 12,07% del salario mínimo, acompañado de un incremento del 15% en el subsidio de transporte, no suena mal, de hecho en términos nominales es placentero, pero en términos reales, se siente otra cosa: “carestía”, esto en una realidad donde a pesar que la tasa de desempleo bajó a un dígito, 9,0% en noviembre, la calidad de nuevos empleos no sube, no varía, no hay más y mejores empleos, lo que hay es una transitoriedad, por ejemplo, de los 23,1 millones de trabajadores actuales, 9,7 millones son por cuenta propia y 10,1 millones corresponden a colombianos que salen al rebusque diariamente, esto con un nivel de informalidad del 55,2% que equivale a 12,8 millones de trabajadores en la mala. Si observamos en los jóvenes entre 15 y 28 años, la tasa de desempleo llega al 16%.
En síntesis, siempre será deseable que aumentos del salario provoquen aumento en la felicidad los trabajadores sin afectar la inflación y al mismo tiempo el empleo sea suficiente. Siempre será… pero no es así, debido a las inflexibilidades que tiene el mercado laboral frente al incremento de los costos de nómina y la generación de nuevos empleos, es decir que al final del día vuelve y juega el crecimiento, sin él no hay nada, en lo absoluto, el deseo de todos los colombianos es trabajar, ahorrar y tener lo suyo, pero en el escenario actual, la inflación puede subir, el desempleo puede no bajar, las empresas pueden o no contratar y el crecimiento puede o no darse, es justo y necesario reconocer que en materia de salarios, precios y cantidades, la relación es inversa, por lo tanto si el aparato productivo nacional no despega, entonces subir el salario por encima de la inflación no suele recomendarse.
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