Llevo mucho tiempo trabajando con personas profesionales en el tema y con muchos seres hermosos, personas de diversos estratos económicos, con situaciones profesionales definidas, personas felices en su mundo, otras que a diario viven de estereotipos, muchas otras con una vida económica solvente, otras no tanto, algunas con altas y bajas, con familia, sin familia, con mascotas, felices en sus labores, algunas infelices en sus espacios de trabajo en fin…
Creo que este es un escenario en el que muchas personas por años hemos podido evidenciar ese día a día en el que todo el mundo se levanta a la hora que le corresponde a enfrentar el mundo con ganas de no oír a quien siempre habla mal de la vida de alguien, con ganas de evadir a quien siempre se queja de todo, con ganas de alejarse por completo de la persona que habla mal de todo el mundo pero comparte con ellos, de ese jefe que siempre presiona a punta de “si no eres suficiente, contrato a otra persona”, de ese compañero de trabajo que todo el tiempo conspira para hacerte pasar un mal día, de esa persona que nunca ha hecho nada en su vida pero que se siente con el derecho de juzgar a los demás en todas las dimensiones y muchas otras situaciones más que quisiera evadir. Adicional, algo que he logrado identificar es que cada ser humano con el que me he tropezado lucha por algo, lleva consigo su propio reto, su propia carga “si es así como se le puede llamar”
Y aquí es donde me llegan estas preguntas:
¿Quien nota cuando una gran persona, con una sonrisa radiante, con un cuerpo precioso, con una familia que le ama aparentemente, con un círculo social amplio está en declive total?
¿Quien nota cuando una persona está viviendo una situación compleja, ya sea emocional, personal, generacional, familiar e incluso económica?
¿Qué pasa cuando nos enteramos de que hay alguien que ha caído, que ha fallado, que ha cometido un error?
Y a esta pregunta quería llegar…
Una persona con intenciones de suicidio presenta mayor riesgo que el resto de la población, si bien el suicidio se comprende como un problema de salud pública importante, y en gran medida prevenible, a hoy los Gobiernos no se toman en serio la mejor estrategia de prevención siendo un fenómeno complejo de origen multifactorial, de riesgo diversos, de carácter biológico, psicológico y ambiental.
Es claro que, la depresión se puede curar y el suicidio se puede prevenir muy a pesar de ser una enfermedad frecuente, sin embargo, como advierte la Organización Mundial de la Salud, un porcentaje muy mínimo de personas solicita apoyo o ayuda en estos casos, Ahora..
¿Qué pasa con nosotros cuando conocemos un caso como este?
Es normal que cuando una persona toma la decisión de quitarse la vida todos queramos comprender lo ocurrido pero… ¡Acaso no somos nosotros los que a veces juzgamos, criticamos, despotricamos, señalamos, e incluso difamamos a quien no peca de la misma forma en que pecamos cada uno!.. Aquí cabe resaltar que en el mundo habitan más personas que actúan de manera inconsciente, que vienen con patrones de crianza arraigados y que simplemente modelan los comportamientos que en su entorno han evidenciado y existe la otra parte de personas que son plenamente conscientes de sus expresiones, alcances, formas y acciones en dirección a minimizar a cualquier ser humano que dé la oportunidad o que esté en tendencia.
¿Una persona suicida avisa o genera alguna alerta?
Según la Revista Colombiana de Psiquiatría ISSN: 0034-7450 de la Asociación Colombiana de Psiquiatría donde se confrontan los mitos acerca del suicidio, confirmó que una persona suicida sí avisa, sí genera alertas, ya sea por expresiones, ausencias prolongadas, o algunas otras acciones tal como lo dice el texto de la página 6 “Criterio científico: todo el que se suicida expresó con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta lo que ocurriría.”
A veces la mejor decisión que podemos tomar es hacer silencio, dejar de creernos impolutos y entender que todos pecamos de formas diferentes, quizá estas acciones no aporten mucho a una persona con pensamientos suicidas pero por lo menos dejará un legado a donde vaya, de no promover y de no comercializar el burlarse, despotricar, chismorrear de nada que no le competa, es justo en la DOBLE MORAL de sentir dolor cuando una persona elige quitarse la vida y seguir aportando al ocio de dedicar horas deshonrando la vida de alguien, generando espacios sólo para cuestionar los comportamientos de, reitero, quienes pecan de forma diferente, porque en el imaginario todos somos absueltos por creernos inmunes a situaciones como estas…
Me genera un sentir de dolor justo porque a diario me conecto con personas que viven en depresión, que hacen de su vida el mejor escenario no queriendo llegar a esos lugares solos y oscuros del abandono personal o el abandono psicológico e incluso de la muerte.
Y sí… No son personas únicamente de escasos recursos, hoy por hoy la depresión ligada a otros factores la viven día a día personas que quizá usted tenga de frente como referente y ni cuenta se dé, porque en el mundo en el que vivimos si alguien demuestra humanidad al equivocarse, a través de redes y de espacios donde confluimos, elegimos señalar, ignorar o burlarnos sin antes pensar por un momento las causas que pudieron generarse o conocer la historia completa, o si alguien levanta su mano y dice:¿Siento que tengo depresión? inmediatamente se generan expresiones tales como “Deje el show, cómo es posible que una persona con sus características viva ese proceso, eso se le pasa en un rato”
Sí, es doble moral, esa misma que nos insta a colocar mensajes en redes diciendo aquí estoy, pero cuando se levanta la mano, se vuelve la burla o en ocasiones se minimiza.
Sí es doble moral cuando digo que me duele el suicidio de alguien pero como amigo (a) hablo mal de mi amigo, es doble moral cuando como jefe humillo, ofendo, limito y sobre todo abrumo a mi colaborador, es doble moral cuando como hermano o hermana en vez de ayudar simplemente juzgo, critico, señalo y humillo sin tener empatía.
Es doble moral cuando me encapricho y quiero hacer lo que yo quiera con los demás y si no lo logro entonces son mis enemigos y “ataco” hablando mal de tod@s, es doble moral cuando abrazamos y besamos a alguien que nos sirve, que nos apoya, que nos enseña, que nos insta a evolucionar y aún así salimos a hablar perverso de este personaje y sigue siendo doble moral en muchos casos que hoy por hoy están más latentes en la sociedad en la que vivimos, en la lucha por ser resilientes y cambiar, de mejorar, de tener un observador diferente al de este mundo vano, estético, falaz que sólo vuelve estas situaciones en moda, tendencia, retratos porque de salud mental, políticas públicas y recursos para las mismas o espacios de apoyo psicosocial, muy pocos.
Quizá muchos seres humanos hoy quieran ayudar a que las personas conversen, demuestran, se comuniquen, a que incluyan la plenitud en sus vidas y para ello quiero dejar algunas recomendaciones:
- Escucha activa: Oímos para responder, no nos escuchamos
- Dejar los prejuicios: Dejemos de sentirnos inmunes y aterricemos, todos somos humanos
- No abra la puerta a los comentarios: Cuando Juan habla mal de pedro conozco mas a juan que a pedro
- Sea empátic@: Siempre vaya más allá de la situación y pregúntese ¿Cuál sería la razón?
- Tómese un tiempo para usted mimsm@ y evalúe sus acciones de manera permanente, así puede monitorear sus impulsos y auto controlarse.
Por último, comprender que todos somos seres humanos, sentimos, tenemos emociones, nos equivocamos y sobre todo somos seres de constante variación de situaciones, por ende caminar la vida en pro de sembrar, ayudar, crear, colaborar, empatizar y sostener deberían ser las premisas del día a día para alivianar un poco esa presión en la que se sumergen quienes aún no encuentran la forma de comunicar sus confusiones o necesidades emocionales y a su vez dar los espacios pertinentes para que las personas con episodios depresivos, bajones emocionales o situaciones retadoras puedan repensarse y encontrar de primera mano su propia respuesta y pedir ayuda.
Con mucho amor,
Leiry Chacón.
Gracias por tu artículo, ojalá pudiéramos tener más conciencia y responsabilidad para con los juicios que sin duda todos alguna vez emitimos ante la conducta o situación de los demás.
Y si, el amor es la clave.
Mucho éxito ????