En medio de la polarización que domina al Distrito Capital, hay un tema que ha subido los egos de izquierda y derecha al máximo, predominando el falso ambientalismo que ha rodeado este Estrato 1000; la Reserva Thomas Van der Hammen. Se sabe de antemano que la prioridad es su conservación, pero que también se deben satisfacer las necesidades de vivienda no solo para Bogotá, también para Cundinamarca y la Nación; luego, cualquier proyecto que haya al respecto, debe ser concertado y explicado claramente para evitar una debacle como la que hay en el humedal La Conejera, gracias a las genialidades de la administración anterior de Gustavo Petro y su familia política. Lo que demuestra que en medio de los constructores, una mayoría trabajadora y honesta, existen ciertas plagas detrás que aprovechan estos fines para trabajar de la mano con ciertos politiqueros populistas (¿cierto Moreno de Caro y Venus Albeiro?) para hacer demagogia con casas inexistentes, invasión de lotes, y la destrucción de fauna y flora. Para la muestra, la familia Moreno Rojas (antiguos gamonales del Polo Democrático) cuando La Capitana comandó el programa Casas sin Cuota Inicial y el reinado de Samuel con carruseles incluidos; como quien dice, la política colombiana no tiene autoridad moral en esta materia, al contrario, ha sido gran depredadora.
En la columna Thomas Van der Hammen (02/07/2014) se hacían las siguientes apreciaciones: “independiente de políticas y cuantos vericuetos hay por ahí, eso sí, teniendo un gran reto; el afán de construcción que ha gobernado al Distrito, bien sea en alcaldías de derecha y/o de izquierda”…. “Es un Dorado Verde, de los que vale la pena luchar para su conservación, así exista el mezquino interés de unos cuantos por destruirlo para convertirlo en una amargura de concreto y latón”…. “Una reflexión; la Bogotá Humana, quien ahora anda de nuevo mejor amiguis de la Prosperidad recién reelecta, ¿porqué ha guardado tanto silencio?”…. “Ojalá hayan más Thomas Van der Hammen y menos politiqueros y constructores ávidos de dinero y poder”. Lo anterior sirve para hacer unas apreciaciones, con el fin de que se abra un debate sano y no la imposición a gritos y con agresiones de ideologías trasnochadas.
Empezando por el Gobierno Nacional, la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía Mayor de Bogotá. Es bien sabido que hay una necesidad insatisfecha en la sabana de Bogotá; lo anterior gracias a la incompatibilidad y la arrogancia del Exalcalde Petro y el Exgobernador Cruz, sumando la pasividad de la Prosperidad con relación al Medio Ambiente y al Desarrollo Sostenible. El Alcalde Peñalosa, ha dicho que puede haber unas zonas alrededor de la reserva donde se podrían construir soluciones al tema, que tiene estudios fiables en la materia, y que va a respetar el concepto final de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca de sobre el complejo asunto; el gobernador actual de Cundinamarca, Jorge Rey, tiene una visión algo distinta, y el gobierno nacional aún no despierta, ¿será que estarán esperando a que se recupere el Vice Vargas Lleras? Hay un buen ambiente de diálogo y entendimiento, donde se busca la mejor solución para los diez millones de habitantes de la sabana. Ojalá perdure la razón sobre la pasión y los intereses particulares, para lo cual se dejan las siguientes reflexiones: “La Reserva Forestal del norte Thomas Van Der Hammen constituye lo que será el segundo gran pulmón de la ciudad después de los Cerros Orientales y una joya ambiental para el mundo entero ya que contribuye a la conservación de la estructura ecológica principal de la capital”. (Blog de la Reserva Thomas Van der Hammen); “(Peñalosa) acaba con la idea de tener un parque de recreación ecológica (…) no hay un proyecto en América Latina más ambicioso” Manuel Rodriguez Becerra, primer Ministro del Medio Ambiente y defensor de la reserva. Estas voces sí podrían ayudar bastante en la materia, y si es cierta la presencia de reservorios acuíferos en la zona, sería más importante dejarle el agua necesaria al Distrito y Cundinamarca, como una solución a corto, mediano y largo plazo.
Ahora, el mensaje claro para la Izquierda Colombiana, quien ha considerado esta belleza natural como su fortín político (algo absurdo e inaceptable), así como con vandalismo y escándalo pretenden tumbar a Peñalosa del Palacio Liévano (no lo nieguen, que las pruebas están en los bloqueos a Transmilenio, así como lo han manifestado a través de las redes sociales), lo cual demuestra el desconocimiento que tienen de los conceptos más elementales de la democracia; antes de seguir en medio del maremágnum de intolerancia, deberían responder las siguientes preguntas: ¿Porqué permitieron construcciones en cercanías, casi que en la misma reserva, durante sus doce años de mandato?, ¿harían el mismo escándalo si los genios de la Reserva del Fontanar tuviesen intereses ahí?, ¿porqué guardan silencio frente a los vientos de minería que podría haber en el lugar del debate? Que no vengan a hablar de falta de garantías para un debate sano, que en Colombia, a pesar de los problemas, si los han tenido; el exceso de mamertismo es perjudicial para la salud.
PD1: Cualquier persona natural o jurídica como Camilo Torres, quien toma las armas ilegalmente, no es digna de confianza.
PD2: Como que Venezuela terminó de pelar el cobre, en relación con los inexistentes diálogos de paz con el ELN.
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