“Flórez no mostró signo alguno de arrepentimiento, por el contrario, dijo que no tenía por qué hacerlo”.
Siendo las 4 de la madrugada del pasado viernes, en Cartagena, el senador de la República por el Pacto Histórico Álex Flórez protagonizó un escándalo a las afueras de un hotel ubicado en la zona turística de Bocagrande. Todo comenzó porque Flórez en evidente estado de embriaguez, quería pasar por encima de los protocolos del hotel e ingresar a una acompañante sin registrarla previamente. Los funcionarios del hotel se lo impidieron, el senador se enfureció y los maltrató verbalmente. Ante tal comportamiento, llamaron a la Policía para que interviniera.
La presencia de la Policía en lugar de aplacar los ánimos del senador Flórez, los caldeó más (ver video). Al verlos, Flórez comenzó a lanzarles expresiones injuriosas, los tildó de asesinos y cobardes. Para tener pruebas del comportamiento del senador, uno de los uniformados grabó todo el altercado. Pocas horas después, el escándalo ya era de conocimiento público. Lo más fácil que hubiera podido hacer Flórez para apagar el escándalo era reconocer rápidamente su equivocación. Decir que errar es de humanos, que su desliz le hubiera podido pasar a cualquiera, que su comportamiento no fue el adecuado, que se excedió, etc. En lugar de eso, horas después, en entrevista al aire con Blu Radio, trató de justificar su comportamiento, no mostró signo alguno de arrepentimiento, por el contrario, dijo que no tenía por qué hacerlo “estas son cosas que nos pasan a todos (…) No voy a renunciar a mi humanidad por el solo hecho de ser senador de la República” (escuchar entrevista).
También agregó que “me eligieron para hacer leyes, no para ser ejemplo nacional (…) tengo 31 años y de vez en cuando tengo este tipo de momentos”. Su actuación dio pie para que la Policía instaurara una denuncia penal en su contra por injuria y calumnia y un comparendo por tener un “comportamiento contrario a la convivencia consistente en irrespetar a las autoridades de Policía” (ver comunicado de la Policía).
Este es el comunicado de la @PoliciaColombia sobre el incidente de Alex Flórez en Cartagena. pic.twitter.com/zGUZqC295S
— Ronny Suárez Celemín (@RonnySuarez_) September 2, 2022
Flórez, que se dio a conocer en el panorama nacional hace 4 años en el Paro Nacional Universitario como vocero del movimiento estudiantil que lideraba las protestas de 2018, ha tenida una carrera vertiginosa y a la vez polémica: no ha podido graduarse como abogado de la Universidad de Medellín porque según la Universidad no ha cumplido los requisitos, a pesar de que el actual senador alega que es por revanchismo político; hizo campaña para el Concejo de Medellín con el movimiento Independientes del actual alcalde Daniel Quintero siendo contratista del Tecnológico de Antioquia, una entidad pública del municipio de Medellín, lo que está prohibido; posteriormente, como Concejal de Medellín, el Consejo de Estado lo inhabilitó por la razón anterior. Sus dos años como corporado de la capital de Antioquia no estuvieron exentos de polémicas: estrelló dos veces el carro público que tenía a su servicio; hay denuncias de contratos corbata y de comisiones del 5% sobre el salario que les cobraba a los contratistas que ayudaba a colocar en alguna dependencia pública de Medellín.
En lo personal también ha salido a la luz pública una denuncia sobre el maltrato físico que ejercía contra su expareja.
Volviendo a Cartagena y viendo que la polémica seguía creciendo después de su entrevista en Blu Radio, Álex Flórez se disculpó (ver).
De nosotros se espera lo mejor, reconozco que me equivoqué y que sí debemos ser ejemplo para una sociedad que requiere cambio, también de nuestra parte. Esto no volverá a ocurrir. pic.twitter.com/RfdGKerBvH
— Alex Flórez Hernández (@AlexFlorezH) September 2, 2022
En este caso no hubo ideologías, sus propios copartidarios como Gustavo Bolívar y Susana Gómez (Boreal), hasta su amigo Daniel Quintero, le reprocharon sus actos. El senador dice que “esto no volverá a ocurrir”, ojalá que así sea, por el bien suyo, de su partido que cautivó a la mayoría de los colombianos con la esperanza de un cambio histórico, de la política que representa y que por este tipo de comportamientos se desprestigia aún más y de los colombianos en general a quien con su investidura representa.
Comentar