Al mejor estilo de Petro vimos en campaña, al actual Alcalde de Medellín, Daniel Quintero, prometiendo bajar la tarifa de servicios públicos. Puro humo, no cumplió. Los mandatarios locales no tienen esa competencia. Lo sabía, aún así mintió. Populismo puro y duro.
Debemos contarles a los medellinenses y colombianos que la seguridad energética del país está en peligro y los responsables son Daniel Quintero, la gerencia de EPM y la Junta Directiva que él preside. Un cambió en los contratistas, como es la obsesión personal del Alcalde, podría generar atrasos de meses en Hidroituango, generar un riesgo en el vertedero, el cuenco y la casa de máquinas, que originaría inundaciones aguas abajo y potenciales daños ambientales, patrimoniales y afectaciones en las vidas humanas. Ojo Quintero, que el milagro y tenacidad de miles de trabajadores que salvaron vidas en 2018 no se venga a bajo por su odio a los paisas.
Los colombianos también deben saber que cambiar los contratistas y lo que esto implica traería efectos económicos de gran impacto para EPM: pagar incumplimientos ante la CREG de hasta COP 570.000 millones, con lo que perdería cerca de COP 1 billón por cargos por confiabilidad, y lo más grave aún, se acelerarían contratos de crédito con el BID por cerca de COP 5,6 billones, dificultando cierres financieros, renovaciones de créditos y pólizas de los proyectos actuales y futuros de la compañía y además afectaría las inversiones y el financiamiento para Affinia.
¿Alguien ha pensando además lo que esto significa para las empresas, la ingeniería colombiana y los empleos? Se perderían cerca 20 mil empleos, entrarían en liquidación cerca de siete compañías cuyos patrimonios totales son inferiores a las pretensiones del fallo de la Contraloría General de la República, sí esta confirma en segunda instancia el fallo. A su vez los ahorradores, a través de los fondos privados de inversión, pierden sus recursos, y se presentarían potenciales sobrecostos en los proyectos de infraestructura en los cuales participan las compañías que conforman el consorcio constructor.
Sí Quintero sigue como palo en la rueda de Hidroituango, existe la probabilidad de que se presente un apagón en el país, lo que generaría pérdidas económicas y un sobrecosto cercano del 18% en la factura de energía de los hogares colombianos.
Hidroituango es un proyecto de Interés Nacional que garantizará la seguridad energética de 50 millones de colombianos. Presidente Iván Duque y Gobernador Aníbal Gaviria, ustedes son los llamados a salvarnos del juego peligroso y ambicioso de Quintero. Los intereses populistas del Alcalde de Medellín tienen que ser derrotados y conseguir que esta megaobra genere energía en 2022.
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