¿Qué será de los Consejos Municipales de Juventud 2020?

La pandemia que vive el mundo, por cuenta del nuevo coronavirus COVID-19, está afectando las dinámicas económicas y sociales de los países, entre ellos Colombia. Además, esta problemática sanitaria puede afectar el desarrollo de unos comicios esperados desde hace algunos años en este país, el de los Consejos Municipales de Juventud (CMJ).

A pesar de que la ley estatutaria 1622 de 2013 (conocida también como Estatuto de Ciudadanía Juvenil) creó formalmente los CMJ, no se logró adelantar la celebración de las elecciones a esos mecanismos luego de su expedición. Fue con la entrada en vigor de la ley estatutaria 1885 de 2018 que se determinó que en máximo dos años se debían celebrar las elecciones a los CMJ. Para cumplir con dicha disposición, la organización electoral, mediante la resolución 2031 del 27 de febrero de 2020, resolvió adoptar el domingo 8 de noviembre de 2020 el día de la elección. Y aunque aún no se ha modificado el calendario electoral, lo más coherente, en términos de salud pública, sería el aplazamiento de dichas elecciones. Esto, teniendo en cuenta que el proceso electoral acarrea una complejidad logística.

Se debe tener en cuenta que unas elecciones no se limitan a la fecha de la elección. Existen tres etapas del proceso electoral: I) preelectoral, II) electoral y III) postelectoral. A manera de ejemplo, las inscripciones de documentos de identidad y de candidaturas hacen parte de la etapa preelectoral, mientras que los escrutinios y las declaratorias de elección son de la etapa postelectoral.

Cada una de estas etapas pueden permitir la propagación del virus. En la etapa preelectoral, las listas independientes deben conseguir entre 50 a 500 firmas (dependiendo de la circunscripción), lo cual supone que esas personas deberán establecer contacto con grandes grupos. Las organizaciones políticas deberán celebrar mecanismos para la elección de sus candidatos, y los procesos organizativos requerirán llevar a cabo las diligencias notariales necesarias para participar. La inscripción de candidatos es otra instancia que demandará un contacto. Por otro lado, también se afectarían las campañas ya que no sería posible convocar a diferentes eventos y realizar ciertos repertorios de movilización (especialmente de las prácticas organizativas).

En las etapas electoral y postelectoral se presentarían como otros escenarios de riesgo por la concentración de un número considerable de personas dentro de espacios cerrados y el contacto múltiple de éstas sobre el material electoral (tarjetas, urnas, etc.) y demás elementos necesarios para el desarrollo de la etapa (documentación y formularios).

Con estos casos hipotéticos presentados, lo más coherente y sensato con la situación sanitaria del país, es que se aplacen esas tan anheladas elecciones hasta que haya garantías para su desarrollo satisfactorio. La población joven de Colombia tendrá que esperar, de nuevo, que se le inserte a la política. Sin embargo, esto puede ser una oportunidad para que se haga una pedagogía más extensiva de los CMJ que hasta ahora aún son desconocidos, especialmente entre los más jóvenes.