¿Qué pasó con nuestra memoria colectiva?

Parece que en Colombia se nos olvida todo, realmente no existe un proceso de restructuración de memoria, es decir, no hay una base de memoria colectiva, y quizá, sin duda alguna, este sea uno de los problemas más graves que pueda haber en Colombia, no recordar su trágico pasado.

Uno de los más recientes ejemplos que podemos encontrar, es la excesiva violencia que se ha venido presentando en el país tanto en los últimos meses del 2018 y el inicio del 2019, con el gobierno de Duque, y la sistemática matanza a los líderes sociales. Ahora bien, a lo que me quiero referir, es que circulando en redes sociales, mirando y leyendo opiniones de personas en Twitter, que de hecho para mí, es la red social más poderosa en materia de opinión por estos días, me pude dar cuenta de que con todas estas muertes a líderes sociales en múltiples territorios en Colombia, muchas personas venían opinando que había vuelto la violencia a Colombia, o que nos estamos convirtiendo en una sociedad enferma y violenta, pero me nacen las pregunta acerca si, ¿en Colombia la violencia siempre ha existido o solo viene a aparecer estos últimos meses? Y si ¿nos convertimos en una sociedad enferma o siempre lo hemos sido?

De todo lo anterior, pienso que simplemente, siempre hemos sido una sociedad enferma, violenta, donde algunos tienen el poder e intereses particulares para beneficiarse a sí mismos, y eso lo ha demostrado la historia, por ello traigo a colación, lo que es la memoria colectiva, que sin duda,  es un proceso de restructuración, reorganización, selección y hasta simplificación de la historia, para dar cuenta, que hemos sido como sociedad, y que tan importante, es no olvidar nuestro pasado, que en nuestro caso colombiano, ha sido atroz y trágico.

Con todo esto, y para hablar un poco del siglo XX, parece que se nos olvidó la época de La Violencia, confrontación que hubo entre Liberales y Conservadores, posteriormente la llegada y creación de grupos al margen de la ley en los años sesenta, confrontación entre el Estado colombiano, guerrillas de extrema izquierda y paramilitares de extrema derecha, sumándole que en los años siguientes apareció los cárteles de droga y narcotráfico, que dejó multiplicidad de muertos y desplazados a lo largo del territorio colombiano. Es así como lo recalca el informe del año 2013 por parte de CNMH, titulado “¡Basta ya!: Colombia: memorias de guerra y dignidad” el cual menciona que, los grupos paramilitares son responsables del 40 % de las muertes civiles, los grupos insurgentes del 25 % y los agentes del Estado del 8 %.

Sostengo entonces, la memoria colectiva como el ámbito de cercanía para conocer nuestra historia, pero más allá, dar una reflexión crítica profunda ante aquellos acontecimientos que la misma historia retrata, que produjeron sin duda alguna, una violación de derechos humanos socialmente trágica y traumática. De la misma manera, sostengo que, al conocer los acontecimientos presentados en nuestro territorio, y no solo en el siglo XX o XXI, sino de toda nuestra historia como nación, tengamos una posición crítica, profunda, reflexiva antes estos hechos, en la que dé cuenta que nos conocemos como sociedad, y aun más que todo este asunto, sea un proceso de reivindicación y cambio para una sociedad que se ahoga y que vive fracturada por la violencia.

Espero que algún día todos tengamos eso en común, la memoria colectiva.

Susana Oviedo

Soy politóloga de la Universidad de Medellín, con experiencia académica e investigativa. Con interés en las migraciones internacionales, Derechos Humanos, la justicia social y la historia del conflicto armado en Colombia.