En Dignidad & Compromiso concluimos que lo mejor para las bogotanas y los bogotanos es que vayamos con candidato propio a la alcaldía de Bogotá. Y que yo asumiera esa gran responsabilidad, porque puedo gobernarla con el mejor programa de transformaciones y con el conocimiento, la seriedad y la necesaria capacidad de unir para ganar y para acertar en su administración
Para hacerlo bien, en el gobierno de Bogotá cuentan mucho las características claves de Dignidad & Compromiso, empezando porque nos guiamos por la idea de actuar como servidores públicos, es decir, siempre guiados por lo que consideramos mejor para el progreso de Colombia y de sus gentes, incluso a costa de tomar decisiones contrarias a nuestros intereses personales o de sector político.
La idea de la política para servir y no para servirse de ella está en la base de por qué Dignidad & Compromiso se propone ser la tercera alternativa de los colombianos para participar en política. Diferente a los partidos tradicionales, que han gobernado tan mal a Colombia, que le dieron el triunfo a Gustavo Petro, y también diferente a la cúpula petrista que gobierna incluso peor de lo esperado.
Construir la tercera alternativa o la tercera fuerza política también significa podernos acordar con quienes tengan las suficientes diferencias con nuestros contradictores y coincidencias con nosotros.
A los habitantes de la capital de la República y de los municipios vecinos que vienen a Bogotá les ofrezco la experiencia de una vida dedicada a la lucha por la transformación democrática de Colombia, desde que era un joven estudiante universitario. Ofrecerles también el conocimiento que acumulé durante 27 años como profesor de arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, claves para entender y diseñar una ciudad mejor. Y los 20 años de trabajo duro que como senador me llevaron a conocer muy bien al país y a Bogotá, todo lo cual me permitirá armar un equipo de excelencia –con sabiduría suficiente y alma de servidores públicos–, capaz de crear el mejor programa de gobierno y dirigir la mejor administración.
El programa de propuestas –que se irá enriqueciendo con el aporte ciudadano y de los especialistas– parte de reconocer que Bogotá tiene desarrollos de calidad que hay que cuidar pero también problemas urbanos graves y millones de ciudadanos desempleados, con malos empleos, pobres y hambreados.
En la base de acertar está que gobernaré con cero tolerancia a la corrupción y a malgastar el presupuesto de la ciudad.
Entre los numerosos aspectos del programa, porque le responderé a todos, resalto que le daremos un fuerte apoyo a la economía de la ciudad, con énfasis en la industria, para crear muchos empleos formales y mucha más riqueza que impulse el desarrollo de Bogotá. En movilidad, promoveré un amplio acuerdo a favor de una red de metros que corrija el error histórico de haberse tardado tanto en construir el primero, red insustituible para modernizar la ciudad.
En seguridad, llamaré al gobierno nacional a que respalde con nuevos recursos el aumento del pie de fuerza, dándole además el adecuado respaldo ciudadano. Habrá un apoyo especial a los muchos barrios autoconstruidos. Y dada su gran importancia, la educación y la salud estarán siempre en el centro de mi atención personal.
Los invito a ser voluntarios y voluntarias de esta campaña, cada uno a la medida de sus posibilidades y en el entendido de que todos los respaldos serán valiosos.
Elijamos el gobierno que necesitan Bogotá y Colombia, porque el futuro del país también depende de cómo votemos en octubre en su capital.
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