Poesía: Fantasma

Rostro fugaz

Testimonio del deseo en sus pupilas

Fui apenas nada, también amante

Traducía el idilio, fluidos de piel,

Que conjugan la verdad con la saliva.

 

Tenue, la memoria, afable melodía

Palabras que resguardan ganas prohibidas

Compartimos un café, amargo

Que endulcé con lágrimas

De impotencia, sociedades fratricidas.

 

Quise al miedo, lo conocía

No asistí a su cama

Vino a mis sueños, quién

Ante la falta yace, el alma,

Protesta, casi etérea, cercanía.

 

Perpleja, somos ironía

Lo ajeno que se hace propio,

Otro, otredad que comprendía

Extrañar lo que no es

Es él, en mí existía.

María Mercedes Frank

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