Petro y su reforma corrupta, politiquera y burocrática de salud

“El país NO puede permitir que la salud sea manejada por los políticos regionales ni por el Estado colombiano porque la salud se convertirá en un negocio político en las regiones y una catástrofe nacional.”


En mi pasada columna, #ReformaDeLaMuerte, publicada en este medio el pasado domingo 19 de febrero, me referí a lo que significaría la aprobación del proyecto de reforma a la salud presentado por el gobierno de Gustavo Petro, que entre otras cosas, dije que sería “volver al tortuoso sistema del Seguro Social” que fue reemplazado por el actual sistema de salud por ser un antro de corrupción, politiquería y burocracia estatal, a eso nos quiere volver el presidente Petro y la ministra de salud Corcho, a ese sistema que fue letal para el país y que ocasionó grandes problemas para la sociedad.

Después de varias semanas la discusión social sobre la reforma a la salud de Petro-Corcho todavía sigue alertando a los colombianos por su peligrosidad. Es un proyecto que no está construido con base al análisis técnico y científico correspondiente sino que se creó teniendo como único elemento el pensamiento ideológico del presidente y sus ministros. Es una reforma que condenaría al país a una catástrofe en salud sin precedentes en la historia. Cuando se juega con la salud se está jugando con la vida de cada ciudadano.

De acuerdo a lo anterior, quiero volver a referirme a la reforma a la salud del gobierno Petro. El gobierno defiende su reforma bajo un único argumento aparte del ideológico, las reformas van porque “el cambio son las reformas” dice el gobierno. Únicamente dicen que la reforma a la salud es buena porque cambia al país, y claro que lo cambia pero para destruirlo todo y acabar con la vida de millones de personas.

El país requiere cambios, reformas y modificaciones en muchos campos, pero eso no quiere decir que lo acabemos todo. Una nación no progresa, no avanza y no se desarrolla cambiando para destruir, sino cambiando para construir y avanzar; no es eliminando sino edificando como se avanza en sociedad. La reforma a la salud petrista tiene la intención de acabar TODO el sistema de salud actual, es como una bomba atómica que cae y explota dejando desolación, polvo y muerte.

En el Congreso de la República el proyecto de reforma a la salud ya se presentó y ya se está discutiendo en las comisiones séptimas del Parlamento. Los ciudadanos no saben que el proyecto se presentó como una ley ordinaria en donde no requiere surtir tantos debates ni cumplir tantos requisitos legislativos lo cual a la luz de la ley el proyecto ya está viciado toda vez que el proyecto de reforma a la salud cambia, modifica y establece nuevos parámetros a un derecho fundamental como el de la salud. Luego el proyecto tuvo que ser presentado como una LEY ESTATUTARIA en donde requiere más debate, cumplir rigurosamente unos trámites legislativos como una votación de mayoría absoluta, es decir, el 50% más 1 de los votos del total de la corporación legislativa para su aprobación.

El espíritu de la reforma a la salud por ser estatutaria debe debatirse en las comisiones primeras del Congreso y no en las comisiones séptimas como sucede actualmente, además, de pasar por revisión constitucional (Corte Constitucional) si es aprobada previamente por el Parlamento.

No es de extrañar que si aprueban el proyecto de reforma a la salud en el Congreso, la Corte Constitucional tumbe la ley o declare inexequible la gran mayoría de los artículos que la componen; la Corte el pasado jueves 2 de marzo en un comunicado de prensa advirtió al gobierno y al Parlamento que puede suspender leyes que estén en marcha – debate en el Congreso – como medida excepcional mientras estudia las demandas que se presenten contra las leyes para evitar que puedan ser inconstitucionales.

Por otra parte, los colombianos deben tener claro que la reforma a la salud de Petro y Corcho afecta el núcleo esencial del derecho, en este caso, el derecho a la salud. Petro y su ideología está tocando la salud de cada ciudadano. Ese proyecto es una sentencia de muerte.

La reforma de la muerte como he llamado a la reforma de salud del gobierno le entregará a los gobernadores y alcaldes de todo el país, por ejemplo, la compra de medicamentos del pago de cuentas, la contratación de la prestación de los servicios, la autorización de médicos, entre otros. Es la muestra de que el gobierno quiere llevar al sistema de salud a un antro de corrupción y politiquería en donde los políticos voraces se ROBARÁN la plata de la salud de los colombianos.

El país NO puede permitir que la salud sea manejada por los políticos regionales ni por el Estado colombiano porque la salud se convertirá en un negocio político en las regiones y una catástrofe nacional. No habrá medicamentos, no habrán médicos ni enfermeros, la plata de la salud en manos de alcaldes y gobernadores no serán para hospitales y centros de salud sino para pagar favores electorales y para gastarlo en otras cosas.

Al parecer en el Congreso la reforma a la salud está muerta, la rama judicial en cabeza de la Corte Constitucional ya dio un concepto respecto del trámite de las leyes y la conservación del espíritu constitucional y además, el pueblo colombiano está atento para que la mermelada y la marulla del gobierno no prevalezca sobre el derecho de todos a una salud digna.

 

Aldumar Forero Orjuela

Joven oriundo de Bogotá D.C. Nacido en 1998, de familia conservadora, se ha adherido a las ideas del liberalismo que aboga por el respeto a la vida, la libertad y la propiedad como los valores más importantes de una sociedad.

Economista de la Universidad de La Salle. Con diplomados en cultura democrática y juventud constructora de paz.

Ha sido columnista en varios medios digitales de opinión y actualmente es columnista en Al Poniente.

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