Pequeño homenaje a Malala Yousafzai

Saludo a los lectores del portal Al Poniente desde la Escuela de Equidad de Género en la Universidad Nacional de Colombia en la ciudad de Bogotá, centro de formación de ciudadanos y espacio de libertad para las nuevas y futuras generaciones.

En esta mi columna semanal por el ciberespacio quiero hacer un pequeño homenaje a la paquistaní Malala Yousafzai, símbolo de esperanza para miles de mujeres que reclaman oportunidades para salir de la opresión y el subdesarrollo en un siglo XXI aún lleno de inequidades e incertidumbres.

Malala, una joven de 17 años, recibió el pasado viernes el premio Nobel de la Paz 2014, galardón que compartió con el indio Kailash Satyarthi, por su lucha contra la exploración infantil y el derecho a la educación. Malala ya había sido distinguida con el premio Sajarov a la libertad de la conciencia, por el parlamento europeo, y por el premio Simone Beauvoir para a libertad de las mujeres, en Francia. Así mismo, la revista Time la consideró una de las cien mujeres más influyentes del mundo.

Siendo una niña, (1), con solo doce años, montó un blog en la red de la BBC con la asesoría de esta cadena de comunicación inglesa, entre los años 2008 y 2009, con el pseudónimo Gul Makai con el objetivo de reivindicar los derechos de las niñas y en oposición a la orden de los talibanes que les prohibieron asistir a la escuela.

Como represalia a su valerosa posición (2) Malala fue atacada por un grupo de talibanes, del régimen Tehrik e Taliban Pakistan (TTP), quienes le propinaron tres tiros en la cabeza dejándola moribunda en la ciudad de Mingora, en el Valle del Swat en Pakistán, a raíz de lo cual fue trasladada al Reino Unido donde médicos británicos le salvaron la vida. En un hospital de Birmingham le instalaron una prótesis de titanio en el cráneo y un implante en el oído izquierdo que le permitió recuperar la audición.

Según reportó el periódico Clarín, el dirigente talibán Ehsanullah Ehsan amenazó que atentaría de nuevo contra su vida porque “Es una joven profana pro occidental que promovió la cultura de Occidente y se mostró contraria a los talibán”.

El periódico Express Tribune (2) de Pakistán tituló la noticia con la frase “El odio contra la esperanza”.

Como un homenaje a esta valiente mujer presentaré a continuación algunos de los mensajes (3) detallados en su blog que hicieron que Occidente pusiera su mirada en el Vale de Swatt, lo que llevó a que el New York Times filmara un documental con Malala y su padre, llamado «La muerte de la educación”.

 

• “Los talibanes han emitido un panfleto que prohíbe ir a la escuela a todas las niñas”.

 

• “Solo asistieron once de las veintisiete alumnas.  Después del panfleto, mis tres mejores amigas se han ido a Peshawar y Lahore con sus familias”.

 

• «Tengo miedo. Ayer tuve un sueño horrible con helicópteros militares y extremistas. He tenido esos sueños desde que empezó la operación militar.”

 

• “El director, al anunciar las vacaciones, no mencionó qué día tenemos que volver. Es la primera vez que ocurre y no nos ha informado la causa, por eso temo que sea porque los talibanes han prohibido nuestra escolarización”.

 

• “El director nos ha pedido que vayamos vestidas de calle en lugar del uniforme para no llamar la atención de los talibanes. Así que decidí llevar mi vestido rosa favorito. Otras niñas también llevan ropa de colores alegres y el colegio tiene un aspecto hogareño”.

 

Así mismo, en este pequeño homenaje vale registrar una serie de frases que reflejan el pensamiento de Malala Yousafzai, como promotora de la educación para las niñas de los cinco continentes, que le han dado la vuelta al mundo, (4) y (5):

 

• “Un niño, un profesor, un libro y un lápiz pueden cambiar el mundo”.

 

• “La mejor manera de luchar contra el terrorismo es muy sencilla: educar a la próxima generación”.

 

• «Es verdad que la pluma es más fuerte que la espada, la educación asusta a aquellos que usan el terror».

 

• No quiero ser conocida como chica a la que dispararon los talibanes, sino chica que lucha por la educación, quiero dedicar mi vida a esta causa.

 

• “Teníamos dos opciones: estar calladas y morir, o hablar y morir. Decidimos hablar”.

 

• “La voz tiene poder, la gente escucha cuando hablamos; no se trata de combatir el terrorismo con la violencia sino con las palabras”.

 

• “No queremos políticos que tomen todas sus decisiones con el único objetivo de imponer sus ideologías, lo que queremos es que escuchen a la gente”.

 

• “Los niños afrontan desafíos cada día de sus vidas cuando van al colegio en Pakistán, la India y en muchas partes de África, donde hay muchas barreras a la educación como la pobreza, la falta de acceso, la violencia y la oposición cultural”.

 

• “Si se quiere acabar la guerra con otra guerra nunca se alcanzará la paz. El dinero gastado en tanques, en armas y soldados se debe gastar en libros, lápices, escuelas y profesores”.

 

Si en cada país surgiera una Malala, el mundo sería diferente. El camino para la equidad y la justicia es el camino de la educación. El ejemplo de Malala Yousafzaies es un incentivo para todos los docentes del mundo, en escuelas, colegios y universidades que deben abrir sus aulas, y sus corazones, a todas las niñas y mujeres jóvenes que quieran estudiar.

[author] [author_image timthumb=’on’]https://scontent-b-mia.xx.fbcdn.net/hphotos-ash3/t1.0-9/1512389_1429197034004824_2448223768463337392_n.jpg[/author_image] [author_info]Diego Germán Arango Muñoz Ingeniero Administrador de la Universidad Nacional de Colombia Psicólogo, de la Universidad de Antioquia Administrador Turístico, del Colegio Mayor de Antioquia. Especialista en Mercadeo, de le Universidad Eafit. Especialista en Investigación Social, de la Universidad de Antioquia. Profesor de la Universidad nacional de Colombia desde 1977. Profesor invitado a 35 universidades hispanoparlantes. Consultor en Marketing para más de 350 compañías. Director de más de 3,500 investigaciones empresariales en el campo del Marketing. Leer sus columnas.[/author_info] [/author]