Pedro, el artista imprescindible

Pedro es un joven de 20 años, como cualquier joven con ansias de un mejor futuro terminó su bachillerato, pero no solo eso, también hace cerámicas y vive en un lugar muy particular, una clínica en Medellín. Él y su familia hacen parte de la inadmisible lista de desplazados por la violencia en Colombia, pese a que nunca empuñó un arma, fue sacado por la violencia de su amado municipio Betulia, que se encuentra al suroeste antioqueño. Y como casi todas las historias de violencia del departamento antioqueño, fueron a Medellín en busca de un sueño, en busca de mejores oportunidades.

«Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay otros que luchan muchos años y son muy buenos. Pero hay quienes luchan toda la vida, esos son imprescindibles»

— Bertolt Brecht

Pedro es un joven de 20 años, como cualquier joven con ansias de un mejor futuro terminó su bachillerato, pero no solo eso, también hace cerámicas y vive en un lugar muy particular, una clínica en Medellín. Él y su familia hacen parte de la inadmisible lista de desplazados por la violencia en Colombia, pese a que nunca empuñó un arma, fue sacado por la violencia de su amado municipio Betulia, que se encuentra al suroeste antioqueño. Y como casi todas las historias de violencia del departamento antioqueño, fueron a Medellín en busca de un sueño, en busca de mejores oportunidades.
Pedro José Álvarez llego a la ciudad muy pequeño pero convencido de que el estudio era lo primordial en su vida, sin embargo, por las vueltas que da la vida en 2010 fue intervenido quirúrgicamente debido a un absceso lumbar; para infortuna (pensarán algunos, ya que Pedro lo toma como una prueba de vida y se llama así mismo “soldado”) Pedro quedó cuadripléjico y cambió su colegio y las amadas calles de su barrio Santo Domingo Savio por un hospital.
Por las maravillas del Internet y al no haber ningún limitante en su pensamiento Pedro logró terminar su bachillerato desde un computador en su habitación, aprendió a manejar con gran sutileza y talento su celular gracias a un lápiz y su computador, gracias a un sensor. Y aunque son pocas las veces que sus tres hermanos y su madre que viven en Santo Domingo Sávio lo visitan (amado y querido barrio de Medellín que ha sufrido en carne viva lo que es la violencia urbana y el abandono del Estado) Pedro disfruta cada segundo que puede compartir con ellos, aunque a veces anhela poder compartir un poco más con su madre, quien como es cabeza de familia, se ve limitada a acompañar a su hijo en este admirable proceso.
IMG_8820
Vivir en un hospital no debe ser bueno, al menos eso fue lo que pensó Pedro la primera vez que despertó en una habitación rodeada de médicos; ahora aunque hay días buenos y días difíciles Pedro considera el hospital como su segundo hogar, y con las fuerzas que pocas personas tienen, Pedro sigue adelante con una sonrisa siempre que se le ve. Cuando le pregunté a Pedro qué cuál era el impedimento de ser atendido en su casa por personal médico, con un poco de nostalgia y duda sobre la dimensión de la hoy llamada “más innovadora del mundo” nos contó que al ser un barrio de difícil acceso debido al orden público es imposible que los médicos puedan llegar hasta allá para brindarle tan vitales servicios.
Hasta aquí la historia ya es un ejemplo  ímpetu frente a la vida, pero Pedro tenía otra sorpresa para nosotros; en el hospital Pedro aprendió a pintar cerámicas, de una forma única y delicada pone un pincel en su boca y sin perder de vista su obra de arte, Pedro mueve la cabeza para no pasar ningún detalle por alto; como si se tratará de unas manos habilidosas, con un delicado movimiento va brindando detalles a la cerámica las cuales finalizadas parecieran venir de una gran boutique de arte. Las cerámicas son un nuevo proyecto para él, además de alegrarle el día, con éste busca aportar un poco de dinero para su sostenimiento que aunque como él mismo lo indica, muchas personas generosas le ayudan en ese aspecto, a veces o casi siempre, es necesario un poco más de recursos.
Pedro ya lo dijo y estamos seguros ¡es un soldado valiente!, motivo de orgullo y admiración para muchas personas; un joven lleno de amor y talento que ha logrado hacerle frente a las adversidades, superarlas y salir de ellas fortalecido y transformado positivamente.
O puede contactarlo directamente a su celular: 3127682537

Silvia Bustamante Mejía

Abogada de la Universidad Pontificia Bolivariana, especialista en Responsabilidad Civil y Seguros, y Magister en Derecho. Apasionada por la poesía, la salud y la academia.