Panorama social en Latinoamérica

En América Latina, uno de los principales retos para la materialización de los derechos económicos y sociales, de la mano de mayor voluntad política y una mejor priorización presupuestaria, reside en una mayor universalidad y sostenibilidad en los sistemas de pensiones, como un instrumento fundamental para combatir la pobreza y la desigualdad.

En febrero de 2018 la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) publicó su informe anual, Panorama Social de América Latina 2017. Con ello, se da seguimiento a un ejercicio de análisis e investigación sobre los problemas sociales más relevantes de la región, iniciado en 1991. El objetivo, en esta ocasión, es ofrecer un  diagnóstico que responda a diversas preguntas de los países de la región, agrupadas en torno a tres grandes ejes: i) la desigualdad de ingresos y su relación con la dinámica del mercado laboral, ii) la evolución de la pobreza y los factores más importantes en dicho proceso y iii) los efectos que tienen los distintos modelos de pensiones sobre la igualdad. Con todo, abordar el estudio de las estructuras sociales de una región tan diversa y heterogénea, requiere siempre de notables matizaciones. Por tanto, este año la metodología utilizada para medir la evolución de la pobreza incluye una actualización que mejora la comparabilidad entre los distintos países.

En este sentido, el informe hace particular énfasis en la urgencia de poner sobre la mesa la discusión acera de los sistemas de pensiones en la región, dado que éstos representan un instrumento fundamental para ejercer los derechos de ciudadanía, por un lado, así como un mecanismo indispensable a reducir la pobreza y desigualdad de forma intergeneracional, por el otro. Asimismo, tomar en consideración el contexto demográfico es un tema central, en aras de planificar políticas de protección y seguridad social. Los periodos de crecimiento demográfico representan una oportunidad para realizar inversiones sociales que mitiguen la pobreza y amplíen la cobertura en salud y educación; el agotamiento del bono demográfico, por el contrario, implica desafíos significativos para la sostenibilidad y cobertura de los sistemas de pensiones. Como evidencia el Informe, en América Latina y el Caribe el proceso de envejecimiento se ha acelerado y ‘‘su evolución ha sido mucho más rápida que en el mundo desarrollado’’. De ahí que, dentro de este proceso, ello implica que los ajustes necesarios cuentan con menor tiempo y margen de error para conseguir la sostenibilidad financiera, cobertura y suficiencia de los sistemas de pensiones actuales.

Ahora, Panorama Social de América Latina se divide en tres apartados principales. En el capítulo I se aborda la desigualdad de ingresos y el impacto del mercado laboral, así como las prestaciones dentro del sistema de pensiones. Se argumenta que la desigualdad en la distribución de los ingresos ha disminuido en la región durante los últimos 15 años, debido al aumento de los ingresos en los hogares más desfavorecidos, pero, al mismo tiempo, la participación de los sectores más ricos en el total de los ingresos ha tendido a aumentar. Paralelamente, dentro del sistema de pensiones hay importantes desigualdades entre los sectores más ricos y más pobres, debido a que la cobertura para los más desfavorecidos se encuentra todavía lejos de alcanzar la universalidad.

El segundo capítulo aborda el panorama actual sobre la pobreza y la pobreza extrema. Según datos del Informe, la pobreza incrementó entre 2015 y 2016, luego de haber experimentado un proceso de disminución entre 2002 y 2014. Su aumento afecta principalmente a niños, jóvenes y adolescentes, particularmente en áreas rurales, lo cual implica un enorme reto de cara al desarrollo de las futuras generaciones. Por último, el tercer capítulo ofrece un diagnóstico acerca de los sistemas de pensiones mediante tres categorías: cobertura, suficiencia en las prestaciones y sostenibilidad financiera y, finalmente, realiza una revisión acerca de las reformas implementadas en los últimos años. Una mayor presencia del Estado y esquemas de género, son algunos de los principales avances.

Así pues, se concluye con un apartado de propuestas a partir de las lecciones aprendidas, reconociendo que para alcanzar una mayor igualdad en la región es necesario abordar el desarrollo social y la pobreza desde una perspectiva multidimensional, creando políticas que apunten hacia una mayor democratización y un mayor desarrollo sostenible. En América Latina, uno de los principales retos para la materialización de los derechos económicos y sociales, de la mano de mayor voluntad política y una mejor priorización presupuestaria, reside en una mayor universalidad y sostenibilidad en los sistemas de pensiones, como un instrumento fundamental para combatir la pobreza y la desigualdad.]

Referencias

Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).  Panorama Social de América Latina, 2017. (LC/PUB.2018/1-P). Santiago, 2018. Fecha de consulta: 28 de marzo, 2018. En línea: http://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/42716/1/S1701050_es.pdf

Cristian Márquez Romo

Politólogo. Estudiante del posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Salamanca, España. Licenciado en Ciencias Políticas y Gestión Pública por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), México. Ha participado en proyectos de investigación en México y España, donde actualmente se desempeña como becario de la revista América Latina Hoy, del Instituto de Iberoamérica. Ha colaborado con publicaciones en Europa y América Latina, tales como Foro Internacional, Hipótesis Alternativa, Replicante, entre otras.