“el dinero es una ilusión mental, meramente un invento para facilitar algo mucho más profundo y es la resolución subjetiva de nuestros deseos y necesidades en comunidad con el otro.”
Por estos días las reflexiones me han acompañado más de lo común. Y la interrogante alrededor del dinero surgió en mi mente como una semilla, que con un poco de agua y cuidado fuerte y constante comienza a brotar de la tierra. El agua y el cuidado no era más que la situación actual que ha puesto en evidencia la fragilidad de nuestra sociedad, la cual precisamente está fundamentada en el dinero como motor de progreso y supervivencia. El monetarismo es rey como leí recientemente.
Partamos de la noción del dinero que no es más que un medio en el cual entre nosotros como sociedad hemos acordado representar valor. Entenderán entonces que el dinero no es únicamente los billetes o monedas que tengamos en nuestro bolsillo sino en general cualquier activo que pueda representar para la otra parte algo valioso. Es decir, el dinero es una ilusión mental, meramente un invento para facilitar algo mucho más profundo y es la resolución subjetiva de nuestros deseos y necesidades en comunidad con el otro.
Muchas de estas necesidades son básicas e inherentes a todos los seres que habitamos esta tierra. Por ejemplo, comer, algo tan sencillo como alimentar el alma para subsistir, el agua, vida misma que debe fluir en nosotros. ¿Por qué hay tanto empeño para ponerle un precio a la vida? ¿Por qué se crea la necesidad de cuantificar lo que no tiene valor? Establecer una representación económica a lo más básico de la vida es la discriminación más nefasta que hemos tenido como sociedad y aún no lo hemos resuelto.
La utopía del fin de la hambruna y pobreza extrema es todo menos una utopía. Es una realidad a nuestro alcance con un simple acto de sensatez y renuncia. La renuncia es la avariciosa labor de acumular riqueza donde no hay lugar. El monetarismo es rey porque nosotros se lo atribuimos, el dinero no puede representar un valor sobre lo invaluable.
La universalidad de la alimentación básica y el acceso al agua potable es el pilar de nuestra existencia misma en la tierra y quizá es la llave para eliminar la dependencia misma en el trabajo. Solo visualicen esta situación que vivimos de la cuarentena si todos al menos tuviésemos acceso al mínimo para comer y alimentarnos. El dinero no lo es todo, es una luciérnaga en la penumbra que perseguimos laborosamente y alcanzamos solo para comprender que de nada valió.