Bienvenido el fallo proferido por la Corte con respecto al denominado ‘Fast Track’. Técnicamente, dicha actuación, no tumba el mecanismo pero si le proporciona un duro golpe al mal uso que pretendía darle el Gobierno Nacional para implementar los acuerdos de paz. La Corte tumbó los literales H y J del Acto Legislativo 01 de 2016. De esta manera, ha reconocido que el mecanismo en mención sustituía las facultades democráticas y deliberatorias del Congreso de la República, toda vez que les impedía a los partidos políticos efectuar modificaciones a los ‘acuerdos de paz’.
En efecto, todo lo que se llegare a acordar en la Habana pasaría directamente sin que el Congreso pudiere pronunciarse con alguna modificación, a no ser que el Gobierno lo autorizara previamente. Por otra parte, los proyectos tenían que ser aprobados o rechazados en bloque y no artículo por artículo como ocurre con el trámite ordinario, disminuyendo a su vez, los debates, dado que se reducían a la mitad. Lo anterior era lo que dificultaba una efectiva deliberación democrática. Empero, la Corte sostuvo que el fallo no era retroactivo, lo que significa que se salvan las normas aprobadas, verbigracia, la ley de amnistía, la de las curules legislativas, la del blindaje del acuerdo, la del estatuto de oposición, la de voces para la paz, y la que estipula la Jurisdicción Especial. Aunque por ello no deja de ser positivo el pronunciamiento, ya que, faltan por aprobar, proyectos sumamente relevantes, tales como la reforma política, las circunscripciones especiales, la reglamentación de la Jurisdicción Especial, y la ley de tierras que pretendía atacar la propiedad agrícola privada. ¡No todo está perdido!
El mensaje es claro: no había un mecanismo más antidemocrático que el ‘Fast Track’. Así lo comprendieron la mayoría de los togados, porque los dos literales que derribaron, le concedían facultades totalitarias al Presidente, e infinita tranquilidad a las Farc. Ahora contamos con una garantía sagrada de que nada está intacto- lo que es armonioso para la democracia- porque temas importantes de los ‘acuerdos de paz’ se trasladarán al Congreso para ser debatidos como corresponde. En este momento la guerrilla terrorista sabe que no tiene nada seguro, y el Gobierno, por su infinita vanidad deberá estar volando en el pelo porque seguramente no esperaba semejante puntazo; y no lo esperaba porque su recién magistrado posesionado- Carlos Bernal Pulido- ha demostrado que ser ternado por Juan Manuel Santos, no lo convierte en un servil lacayo del régimen, sino en un funcionario riguroso, imparcial e independiente en la recta impartición y administración de justicia.
Finalmente, es menester realizar a través de este espacio, un grato reconocimiento a Luis Guillermo Guerrero, el único magistrado que se ha preocupado por defender la democracia desde que llegó al tribunal. Del mismo modo, a los magistrados Iván Escrucería, José Antonio Cepeda y Gloria Ortiz, quienes se pronunciaron negativamente ante semejante botarate.
¡Es una victoria para la democracia y para la autonomía de los poderes, el pronunciamiento de los nuevos aires en la Corte Constitucional!