
Las noticias falsas forman parte de la vida política de las sociedades capitalistas contemporáneas, como lo es la corrupción, las protestas sociales y la violencia política. ¿Por qué? En la nueva era mediática los periódicos impresos, la radio y la televisión han perdido influencia, y, con ello, su función de «gatekeepers» filtrando los contenidos y decidiendo qué es noticia y qué no. Actualmente en internet las plataformas digitales buscan a todo costo conseguir clics y datos, sirviéndose de algoritmos cada vez más sofisticados. Así, han empezado a derrumbar ese viejo «portero» de los medios clásicos. Vale la pena preguntar: ¿se ha vuelto más democrático el acceso y la circulación de la información? O, más bien, como lo muestran las «fake news», ¿se ha abierto una caja de pandora que lleva adentro el potencial de acabar con una sociedad informada y libre?
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