Los últimos resultados del DANE respecto a la desaceleración de la economía colombiana, han dejado en evidencia que las medidas adoptadas por el Gobierno Central están siendo erróneas, dejando al país al borde de una recesión y a los colombianos con menor capacidad adquisitiva para suplir las necesidades básicas.
Sectores como la industria manufacturera presentaron un decrecimiento del -6,2%, el comercio -3,5%, la construcción -8%, actividades profesionales y técnicas -0,8%, y la información y las comunicaciones en un -1,2%. Aún, pese a estos resultados que nos afectan el bolsillo a todos, el presidente Petro sigue haciendo anuncios improvisados que alteran aún más a los mercados y preocupan a la ciudadanía.
Uno de esos anuncios fue el de una eventual alza hasta del 300% en el impuesto predial, el cual, según el exministro de Hacienda, Juan Alberto Londoño, podría llegar a ser “casi que expropiatorio”. Camacol, el gremio de la construcción también se pronunció, diciendo que las “alzas en los costos asociados a la propiedad son un desincentivo a la inversión de los hogares y pueden incrementar los desistimientos”.
En pocas palabras, será más difícil que los colombianos puedan adquirir y sostener su vivienda propia.
Otro anuncio sin lógica de Gustavo Petro, fue el de una inversión de Ecopetrol en PDVSA, para la exploración y explotación de hidrocarburos en Venezuela, mientras que en Colombia mantiene frenada las proyecciones de la industria de cuenta del discurso de cambio climático sin que exista una planificación adecuada para una correcta transición energética.
Cabe resaltar que PDVSA ya no es la misma que en 1998 producía más de 3 millones de barriles de petróleo por día, pues actualmente alcanza apenas los 800 mil, y adicionalmente se encuentra en la lista Clinton de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros de Estados Unidos, la cual sanciona a personas y/o compañías vinculadas al lavado de activos o narcotráfico.
Esa sería una inversión de alto riesgo que hasta la misma Unión Sindical Obrera -USO- que acompañó la campaña de Petro a la presidencia, está rechazando, y le pide al mandatario priorizar la actividad exploratoria de petróleo y gas en Colombia para proteger los más de 150 mil empleos que genera el sector.
Si a esto le sumamos la inflación, el aumento en los precios de los combustibles, una posible intervención al mercado cambiario y el anuncio del no pago de la deuda internacional como dijo el ministro Ricardo Bonilla, nos exponemos a una hecatombe económica de la que no nos será fácil recuperarnos.
Presidente Petro, el llamado vehemente es a que, junto con su Ministro de Hacienda, busque soluciones reales a las necesidades del bolsillo de los colombianos, y que deje de gobernar haciendo anuncios sacados del sobrero, que en nada favorecen el crecimiento de la economía nacional y, por el contrario, aumenta el nerviosismo de todos.
El Gobierno debe centrar sus esfuerzos moderar el discurso, trabajar junto con los gremios y sectores económicos para evitar una nueva desaceleración de la economía, aumentar la productividad y competitividad, y en promover impuestos que sí tengan efectos positivos en la calidad de vida de los colombianos, en vez de seguir dividiendo y fracturando nuestra sociedad.
#CuidandoLoQueEsDeTodos
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