No hay vatio pa’ tanta gente ( … ) sobre la expansión del sistema eléctrico colombiano

«Aquí, hay que correr todo lo posible para permanecer en el mismo lugar. Para llegar a otro sitio hay que correr el doble de rápido»

La expansión del sistema eléctrico es un deber cotidiano. No sólo la entrada de muchas plantas es suficiente, es necesario que esas nuevas plantas de generación que ingresen complementen el portafolio de recursos ya existentes para el cumplimiento de los objetivos: seguridad, confiabilidad, autosuficiencia financiera, bajas emisiones y, como es evidente hoy, a precios aceptados por los usuarios.

A finales de 1991 la deuda del sistema eléctrico colombiano superaba los cuatro mil millones de dólares, convirtiéndose en un dolor de cabeza para la macroeconomía del país. Dolor de cabeza que tendría que aumentarse con el racionamiento durante el periodo de El Niño 1991-1992. Luego de las reformas de la década del 90, la historia ha sido diferente.

En las últimas tres décadas, el sistema eléctrico colombiano ha sido exitoso. Un sistema seguro, confiable, autosuficiente financieramente que no solo abastece a la gran mayoría de los colombianos, sino que también cuenta con herramientas necesarias para abastecer el 100% de la población y mientras tanto logra entregar transferencias al Estado. Desde 2017 a 2021 el sector eléctrico entregó más de 26 billones de pesos en impuestos y contribuciones.

Un sistema motor de bienestar y desarrollo. En todo caso, un sistema que debe seguir expandiéndose.

Dicta la Reina Roja, en Alicia a través del espejo: «Aquí, hay que correr todo lo posible para permanecer en el mismo lugar. Para llegar a otro sitio hay que correr el doble de rápido». Cada año, para mantener los niveles de respaldo energético del año anterior, deben ingresar al sistema 600 MW de potencia hidráulica,1300 MW de potencia solar o 1000 MW de potencia eólica. Desafortunadamente este ritmo de entrada de plantas al sistema, no se ha consolidado en los últimos años.

La energía firme es la cantidad de energía que, técnicamente, puede el parque generador suministrar durante periodos de escasez hidrológica. Decimos que en el futuro el país atravesará exitosamente un periodo de Niño, si la energía firme del sistema es superior en ese momento del tiempo a la demanda de energía eléctrica.

De acuerdo con nuestras cifras, si en 2025 se presentara un fenómeno de El Niño, no hay compromisos de energía firme suficientes para abastecer la demanda media de energía eléctrica del país. Afortunadamente que se presente un fenómeno de El Niño en 2025 no es tan probable.

En todo caso, para el 2026, 2027 y 2028 tampoco se cuenta con energía firme suficiente para atender la demanda del país.

Es momento de trabajar en conjunto para mejorar las condiciones del sistema eléctrico colombiano. Lograr un parque de generación adecuadamente diversificado, monitoreo y acciones continuas para mejorar el balance de energía firme; en fin, más generación, más transmisión, más distribución, más comercialización y menos frustraciones.

Hoy, Será necesario correr el doble de rápido para poder llegar a otro lugar.

Alfredo Trespalacios Carrasquilla

Doctor en Economía, Magíster en Finanzas, Ingeniero Electricista. Consultor y formador en temas de energía, finanzas y riesgos.

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