“Cada uno de nosotros cuenta en esta carrera contra el tiempo y nosotros mismos por la salud de nuestro planeta.”
Son demasiados los videos que actualmente circulan en redes sociales y que muestran la densidad de basura en los océanos o animales afectados por un pitillo o que aparecen muertos y con su estómagos llenos de plástico. La cantidad de desechos que producimos anualmente es impresionante, 12.7 millones de toneladas plástico entran al año al mar, y el Foro Económico Mundial publicó un reporte en 2016 que estima que para el año 2050 habrá más plástico que peces en el océano. Pero no todo está perdido.
Es fácil caer en el lado pesimista de este panorama al que nos enfrentamos, lo vemos en nuevas imágenes y noticias que salen casi a diario. BBC Earth explicó en un video, publicado en Facebook, por qué al menos 180 especies de animales comen plástico, la mayoría de ellos dependen de su olfato y no es sólo el olor del plástico el que atrae a los animales. Con una animación se ve que el proceso comienza con las algas que crecen alrededor del plástico y atraen al plankton que libera un compuesto que atrae a su vez a los peces y pájaros, los que terminan comiendo el plástico y no el plankton que los atrajo. No sólo es el olfato, sino en muchas ocasiones el color; y no es que se lo coman simplemente porque está ahí, cuando estos elementos llegaron a su hábitat los categorizaron como comida.
Los animales indefensos no son los únicos que están comiendo sustancias tóxicas e indigeribles, nosotros también porque ese plástico que ingieren estas criaturas termina subiendo en la cadena alimenticia hasta llegar a nosotros. Afortunadamente hay muchas personas preocupadas por la problemática, las iniciativas que han salido desde varios rincones del mundo devuelven la esperanza y pueden llegar a mover estados. 4Ocean es una compañía creada por un par de amigos que luego de ver el mar lleno de basura decidieron hacer algo. Su misión es limpiar mares y playas mientras que educan a las comunidades, es una iniciativa interesante ya que se financian mediante la venta de brazaletes hechos con plástico reciclado.
Otra iniciativa fue creada en 2013 por Boyan Slat cuando tenía apenas 18 años. The Ocean Cleanup investiga y crea tecnología para limpiar las infames islas de plástico esparcidas por el mundo, están próximos a lanzar su primer gran invento tras años de investigación y espero que sea increíblemente exitoso. De igual manera ya hay países y ciudades que están poniendo el ejemplo. El Reino Unido fue el primero en prohibir los micro-plástico y este año anunciaron la prohibición de todos los plásticos de un solo uso y se espera que el volumen de desechos plásticos en ríos y playas disminuya exponencialmente. Seattle es la ciudad más reciente en hacer un anuncio como este, ya no se verán ni pitillos o cubiertos plásticos. Pero esto no se extiende solo a ciudades, empresas privadas como Starbucks también se están uniendo a este movimiento, esperando cortar para el 2020 los pitillos de sus tiendas a nivel mundial.
Es hora de que nos demos cuenta de que conservar nuestros océanos no es solo trabajo de los que tienen poder y pueden tomar decisiones grandes, en nuestro día a día cada cosa que hacemos también tiene un impacto. Desde eliminar de nuestra vida cubiertos y platos plásticos, hasta no pedir un pitillo en un restaurante; cualquier acción cuenta. Cada uno de nosotros cuenta en esta carrera contra el tiempo y nosotros mismos por la salud de nuestro planeta.