Unidos por la misma causa dinero y poder rápido. Los factores socioculturares fueron determinantes para que algunos jóvenes de nuestra sociedad colombiana pudieran lograr ese vínculo con el narcotráfico, para lograr tener acceso a esos bienes y servicios que brinda este mundo, con la intención de mejorar su calidad de vida.
Dicen que la peor secuela del narcotráfico es la cultura del “dinero fácil”. Aquella cultura donde puedes obtener un estilo de vida lleno de excentricidades; sin necesidad de tener que estudiar o trabajar. Esta cultura del “dinero fácil” ha permeado cada una de las clases sociales de nuestro país.
Usar la connotación de “dinero fácil”, desde mi concepto, como estudiante de Ciencias Políticas, me parece errado. Esta frase se ha encargado de meterse en el imaginario de algunos jóvenes, principalmente en aquellos que hacen parte de los territorios olvidados por las instituciones del Estado colombiano. Hablar de “dinero fácil”, es hacerles entender a nuestros jóvenes que también existen otros modelos y caminos que no son la legalidad. Pero no señores, periodistas, académicos, empresarios o políticos; esto no es dinero fácil.
No es fácil, que tengan que vivir alejados de sus familias, no es fácil que tengan que seguir órdenes, no es fácil que hagan parte de una estructura o red criminal, no es fácil que tengan que matar, no es fácil que tengan que esconderse ante la ley, no es fácil que tengan que vivir en silencio en una sociedad, no es fácil que tengan que vivir entre sentimientos como: el miedo, la zozobra, la depresión, la venganza, el remordimiento, la rabia, el temor, el dolor, la ira, la culpabilidad y el resentimiento; no es fácil a que tengan que vivir en la guerra, no es fácil que tengan que ver morir a sus seres queridos y amigos, no es fácil no poder gozar de ese dinero maldito.
El narcotráfico, sus consecuencias y su forma de generar dinero no son fáciles. Las narconovelas elaboradas por Gustavo Bolívar, como: Sin Tetas No Hay Paraíso, Los Tres Caines, El Capo, Pandillas Guerra y Paz; entre otras, se encargaron de vender una imagen a nivel nacional e internacional, de que el narcotráfico ha creado en una parte de nuestra población una cultura del “todo se vale” para salir de la pobreza y amasar grandes fortunas de dinero.
Pero mi pregunta, es: ¿por qué estas narconovelas no muestran lo difícil que es ser narcotraficante? En estas novelas lo que hacen es glorificar a estos “grandes capos” de la mafia, jugando con el imaginario de una parte de la sociedad y en especial de nuestros jóvenes; diciendo que esto es una forma de ganar “dinero fácil” con el objetivo de lograr obtener todo lo que se quiere, sin importar los daños y consecuencias que esto pueda generar. El mundo del narco, es un mundo sometido al dolor y a la tristeza. Solo existen dos modos de dejar de ser un narcotraficante, pagar una condena en el exterior o la muerte.
Como conclusión, el principal reto de nosotros como “élite intelectual” es tratar de frenar a los jóvenes para que dejen de interesarse por este fenómeno. El Estado colombiano, sus instituciones y nosotros como sociedad; debemos brindarles las herramientas a los jóvenes para que puedan desarrollar su proyecto vital. En este orden de ideas, usar la frase de “dinero fácil” no es la adecuada, debido a todas las consecuencias existentes y negativas de este fenómeno. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría.