«La primera de muchas series que vendrán para criticar al gobierno mafioso».
El pasado viernes a las 7:00 PM hora de Colombia, se estrenó el primer capítulo de una serie tan esperada, que tuvo dos millones de reproducciones en su canal oficial de YouTube en tan solo cinco horas. No cabe duda de que la serie tuvo una gran acogida por el pueblo colombiano, el mismo que ya no le cree al establecimiento ni a la ultraderecha conservadora.
Debo confesar que el primer episodio me pareció un poco corto; pensaba que los capítulos serían de aproximadamente veinte minutos cuando menos. Pero, tengo que ser realista, en esos seis minutos se dijo lo que no se ha dicho en más de veinte años sobre el político paisa. Sin contar que aprendí algo nuevo, y es que todos los colombianos estamos autorizados para tratar de «matarife» al polémico expresidente; algo que yo hasta el día de ayer, pensaba que era imposible y podría traer problemas judiciales. Lo cierto es que gracias al abogado Daniel Mendoza Leal y el periodista Gonzalo Guillén quien escribió un artículo con argumentos y pruebas por las que se puede tildar de esa manera al presidente eterno. Aprendí mucho de esos pocos minutos, sin duda, Daniel Mendoza es un excelente comunicador. Tantos años de investigaciones archivadas por el gobierno corrupto, impunidad para narcotraficantes y amnistía para paramilitares resumidos en un corto fragmento que cualquier persona puede entender.
Lo que más me atrajo de esta serie, fue la sencillez y eficiencia para argumentar temas tan controversiales. Un lenguaje un poco coloquial que entiende el colombiano de a pie; el que vive del día a día, el que no tiene pensión, el que trabaja como esclavo por un salario mínimo, el que tiene contrato a tres meses, el que no tiene acceso a un buen sistema de salud, el que se endeuda para pagar la universidad de sus hijos en una universidad inflada en Colombia, el joven que se quema las pestañas para salir a un mundo laboral donde ya se acabaron las prestaciones sociales y no hay trabajo, los trabajadores valientes y resilientes que han votado por la derecha debido al adoctrinamiento de los medios de comunicación, el pequeño empresario que tiene que competir contra monopolios que gozan de grandes exenciones en impuestos y tienen el dinero en paraísos fiscales.
Esta serie es la primera de muchas que se van a hacer en un futuro que los colombianos perdamos el miedo a pensar diferente, a reclamar los derechos que nos pertenecen solo por el hecho de haber nacido en este país. Escribo este articulo orgulloso de que tantas personas hayan visto la serie, me hace pensar que el futuro será mucho mejor para nuestra nación, un futuro más justo donde se debata con las palabras y no con las motosierras como lo hacían los paramilitares.
Muchos dirán que la serie carece de creatividad o de efectos especiales como nos han tenido acostumbrados grandes plataformas como Netflix; pero, debemos entender que es un servicio social que quiso hacer el periodista Mendoza con todos los colombianos que llegan cansados de trabajar duro y no cuentan con tanto tiempo para dedicarle a la lectura y la investigación. Las personas que no han tenido el lujo de haber tenido una buena educación para entender el panorama social, político y económico del país. Lo mismo para los extranjeros que desconocen nuestra historia, los que solo saben del país cafetero por sus grandes capos de la mafia, artistas que no representan lo que somos, futbolistas sobrevalorados que dejan en ridículo nuestra patria y narconovelas que reflejan la peor parte de nuestra sociedad. De seguro ellos disfrutarán mucho la serie, cambiará poco a poco la percepción de nuestro país. Imagen que se ha gestado tanto por males internos como Pablo Escobar y externos como la intervención extranjera como la del país de la franjas rojas y blancas que ha sacado provecho de todos los males con su financiación de políticos de derecha y grupos armados para eliminar a todos los que no tengan ideología política hacia la derecha neoliberal. El mismo que Hollywood nos ha vendido con sus películas ficticias y sacadas de contexto como el gran salvador de la humanidad que lucha por el bien y la democracia de todos, cuando lo único que busca son sus propios intereses, el país que más se ha beneficiado con la miseria y el sufrimiento de mi nación; cuando al mismo tiempo nos ve como su patio trasero donde pueden tirar toda la basura.
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