Memorias de los mundiales: camino a Rusia 2018 – VIII

MÉXICO 1986

De la mano de Dios

No exenta de polémicas, la renuncia de Colombia como anfitrión del campeonato convertía a México en el primer país en celebrar dos veces una copa del mundo. Nuevamente 24 selecciones se enfrentaban por la gloria futbolística a la par que millones de aficionados eran testigos de juegos apasionantes y a su vez actores de la popularmente llamada “ola mexicana”, que además de ser inédita en el campeonato imprimía al espectáculo una mayor euforia y emotividad.

Otra vez las reglas

Para este certamen, la estructura del campeonato volvería a variar. Aunque se mantenía la ronda de grupos, la segunda fase retornaría al sistema de eliminación directa, teniendo como novedad que para esta ocasión, debido al número de equipos participantes (24 selecciones), clasificarían también a la ronda eliminatoria (octavos de final) los cuatro mejores terceros de cada grupo de la primera fase, que junto con el primero y segundo de cada zona, conformarían el cuadro de una segunda ronda en la que cualquier vacilación acarreaba la eliminación.

¡A jugar señores…!

El debut mundial de Daneses e Iraquíes y el sorprendente nivel de juego de Mexicanos y Marroquíes, quienes superarían la primera ronda con un excelente rendimiento, serían algunos de los hechos futbolísticos más relevantes de un campeonato donde grandes seleccionados como Brasil, Francia, Inglaterra, Bélgica y España no desentonarían en su juego y se convertirían en dignos participantes de un certamen en el que nadie estaba dispuesto a perder y en el que fases como la de cuartos de final presenciarían verdaderas batallas futbolísticas en las que 3 de los 4 juegos definitivos habrían de resolverse bajo la ruleta del punto penal.

México 0 (1)  Alemania federal 0 (4)  ||  Argentina 2 Inglaterra 1

Francia 1 (4)  Brasil 1 (3)  ||   España 1 (4)  Bélgica 1 (5)

Los Alemanes por su parte se convertían en la escuadra con más participaciones en las finales de la copa del mundo (5 ocasiones) y 1986, a pesar de sus irregularidades futbolísticas,  sería para ellos la segunda final consecutiva, pero a su vez la tercera derrota en instancias definitivas. El verdugo, una selección argentina que bajo la batuta de Bilardo y “la mano” de Maradona había dejado en el camino gigantes como Inglaterra y acérrimos enemigos futbolísticos como Uruguay.

Un partido para la historia

El 22 de junio de 1986 el estadio azteca se vestía de gala para presenciar uno de los partidos más esperados del certamen. Ingleses y argentinos, que años atrás (1982) se habían trenzado en un conflicto bélico por el territorio de Malvinas, se veían ahora cara a cara en instancias eliminatorias del mundial.

Ningún argentino podrá olvidar aquel día en el que la magia de Maradona obnubiló al juez central, el tunecino Ali Bennaceur, al convertir el famoso gol de la “mano de Dios” y minutos después anotar aquel otro que hasta la actualidad el mundo entero recuerda y reconoce como la mejor anotación de la historia de los mundiales.

La cultura popular

La “Ola” y la mascota oficial del campeonato, un chile o ají,  vestido de futbolista con bigotes y sombrero de mariachi llamado “Pique”, compartían el palco de las atracciones mundialistas con un fenómeno mucho más local, pero no oficial, como lo sería la famosa chica Chiquitibum, una verdadera personalidad y a su vez un símbolo popular de la euforia “manita” a la hora de apoyar a su selección.

ITALIA 1990

Un tricampeonato merecido

La caída del muro de Berlín (noviembre 1989), el espectro de la reunificación Alemana (octubre 1990), los temblores políticos de la URSS, la última participación de selecciones que iban camino hacia la desintegración (Yugoslavia – Checoslovaquia) y un escenario como el Italiano, que recibía por segunda vez en su historia el certamen futbolístico, eran algunos de los marcos entre los que se desarrollaría el torneo orbital, que además tendría entre sus curiosidades la participación de todas las selecciones que alguna vez habían ganado el título mundial: Uruguay, Italia, Alemania, Inglaterra, Brasil y Argentina…

Los protagonistas

Junto con los históricos del fútbol aparecían también elencos debutantes como Costa Rica, Irlanda y Emiratos Árabes; a la par de selecciones que tras años de ausencia mundialista (Colombia, Egipto, Estados unidos, Suecia, Rumania, Holanda), tenían nuevamente la posibilidad de mostrar sus progresos y participar en un certamen orbital.

Como era de esperarse, las escuadras más tradicionales tendrían pocos problemas para superar la primera ronda, mientras que selecciones como las de Costa Rica, Colombia, Camerún e Irlanda, calificadas como discretas, darían grandes sorpresas al colarse en los octavos de final o como en el caso de Camerún, que no contento con haberle amargado su debut al campeón reinante (Argentina), eliminaba a Colombia para acceder a cuartos de Final dándole una significativa batalla a los ingleses, que les valdría un gran reconocimiento futbolístico y a su vez el apodo de “los Leones indomables”

Finalmente, las semifinales del torneo enfrentaban a 4 escuadras con tradición: Un tricampeón (Italia), dos bicampeones (Alemania y Argentina) y a los denominados inventores del futbol (Inglaterra) tan solo una vez campeones 24 años atrás. Los partidos (Alemania VS Inglaterra / Argentina VS Italia) resultaron apasionantes y reñidos en el marcador, teniendo que ser ambos definidos desde los tiros desde el punto penal, lotería ésta que daría la suerte a Alemanes y Argentinos de verse nuevamente en la final como había sucedido 4 años atrás en el campeonato de México 1986.

El orden de los factores sí altera el producto

Para 1986 el nuevo continente apoyaba y aclamaba a los argentinos como flamantes campeones del certamen mundialista. Cuatro años más tarde (Italia 90), el continente europeo, testigo una vez mas de una final entre alemanes federales y argentinos, galardonaba esta vez con el tricampeonato, ante las lagrimas de Maradona, a una selección como la Germana que para ese momento sumaba 6 finales mundialistas, entre ellas 3 de manera consecutiva.

La inolvidable participación colombiana

1989 sería para el fútbol colombiano un año para enmarcar. Por primera vez en la historia, un equipo nacional ganaba el galardón más importante del fútbol continental (Copa Libertadores). Atlético Nacional de Medellín, un elenco de “puros criollos”, en el que se destacaban figuras como René Higuita, Luis Fernando “el chonto” Herrera, Luis Carlos Perea, Leonel Álvarez y Albeiro “el palomo” Usuriaga, además de un técnico oriundo de la tierra como Francisco Maturana, alcanzaba la gloria, no sin sufrimiento, frente a uno de los históricos del continente (Olimpia de Paraguay), convirtiéndose a su vez en la base principal de una selección que después de 28 años accedía nuevamente a un mundial tras superar en el repechaje a su similar de Israel, con un sufrido gol de Albeiro “el palomo” Usuriaga.

Italia 90 fue un sueño para una maravillosa camada de jugadores y también para un país que nunca olvidará la euforia de un agónico gol de Freddy Rincón ante Alemania a la par que la tristeza por la eliminación ante Camerún en una ronda como la de octavos de final, donde la magia del “loco” (Higuita) desluciría y la astucia de Roger Milla (Camerún) aprovecharía para brillar.

Anécdotas para la memoria mundial…

  • “Ciao”, una maqueta cúbica con los colores de la bandera italiana y cuya cabeza era un balón de fútbol, sería el emblema del mundial de Italia 90.

    La lesión del arquero titular de la selección Argentina, Nery Pumpido, daría la oportunidad al mundo entero de conocer a Sergio Javier Goycochea, quien se convertiría en un verdadero ídolo y artífice de la clasificación de su país a la final del certamen, al demostrar su habilidad de ataja penales frente a Yugoslavos e Italianos en las rondas de cuartos y semifinales respectivamente.

  • En el partido entre brasileros y argentinos por la segunda ronda del campeonato, una botella con agua se convertiría en una verdadera manzana de la discordia. Parezca curioso o no, hoy 20 años después sigue circulando la historia de una actitud de poca camaradería de los argentinos para con los hasta ese momento tricampeones del mundo, pues según quedaría en la memoria, los asistentes de la selección gaucha proporcionaron a los cariocas varios bidones con un liquido que literalmente “liquidaría” a jugadores como Branco, quien años después afirmaría “…Que el malestar lo había sentido después de que un masajista argentino le ofreciera una botella de agua, en un momento en que el partido estaba detenido por una falta sobre Maradona…”
  • Franz Beckenbauer se convertiría en el primer alemán en la historia del fútbol de su país, en alcanzar la gloria de la copa mundial una vez como capitán (1974) y en Italia 90 como entrenador principal.
  • Dos años después del certamen (1992), La FIFA organizaría lo que hasta hoy conocemos como la Copa FIFA Confederaciones, que durante sus dos primeras versiones, celebradas en territorio de Arabia Saudita, había sido reconocida como la copa rey Fahd y que desde 1997 adoptaría un nuevo nombre y permitiría la llegada de 8 selecciones, 6 de ellas congregadas por ser las ganadoras de los torneos continentales de la confederación y 2 más que, desde 2001, alcanzarían su cupo en el certamen por ser  campeón reinante de la copa del mundo y el anfitrión del torneo. Como nota curiosa, vale decir que de las 10 ediciones celebradas, Brasil se ha hecho acreedor a cuatro títulos, seguido de Francia con 2 galardones y de México, Dinamarca, Argentina y Alemania cada uno con una victoria.
Espere la próxima semana USA 1994 y Francia 1998…

Mauricio Albeiro Montoya Vásquez

Docente e investigador. Coordinador del proyecto de escritura “100 preguntas y respuestas para comprender el conflicto colombiano”. Fue reconocido en 2012 con la beca Jóvenes Investigadores de la Universidad de Valencia (España). Ha sido docente de diferentes universidades de Medellín e invitado como conferencista tanto en Colombia como en el extranjero.