Su orgullo y su mal carácter demuestran que Germán Vargas Lleras, no es el más apropiado para llegar a la presidencia de la república. Luego de su salida de Cambio Radical, a estar como candidato independiente demuestra la poca capacidad de dar la cara ante su antiguo partido Cambio Radical, que con tantos políticos presos, tuvo que retirarse para así “No dañar su imagen”, que “tan favorable está”.
Lleras no solo fue vicepresidente del Gobierno de Juan Manuel Santos, también ha sido senador de la República y miembro de la bancada Uribista (en el gobierno de Uribe), de su partido anterior sacó una bancada y con su aliados políticos destacó en favor del acuerdo de paz y recibió el apoyo de su partido, aunque con su silencio nunca anunció nada. Germán Vargas es astuto y bastante capaz de anunciar su candidatura sin su partido, pero también es bastante sagaz cuando criticaba al expresidente Uribe, como “un paramilitar”, y hoy se reúne con él para buscar las alianzas en la 2° vuelta.
El miedo que genera Germán Vargas Lleras, no solo es una posible confrontación con el régimen de Nicolás Maduro, también lo son temas importantes como el fracking, y los acuerdos de paz con el ELN. Lleras es de la clase política de siempre que representa el altruismo y la monarquía heredada por familias, representa la derecha más polémica en cuanto a corrupción y clientelismo.
Más bien, busquemos un candidato inferior capaz de redimir un país que ha sido azotado por las clases políticas de siempre y no una clase política energúmena que azota la sociedad con mentiras y miedo; miedo que hoy usan la palabra “Venezuela”, pero no se dan cuenta que estamos peor que Venezuela cuando los niños de la Guajira se mueren de hambre.
El problema de Lleras es que en el Eje cafetero tiene vía libre, frente a que el partido liberal ya no tiene su candidata Luz Piedad que manejaba el poder político en esta región, ahora su mayor fuerte es Sandra Paola Hurtado, quien es miembro honorífico de Cambio Radical y quien fue suspendida por la procuraduría por irregularidad en su mandato como gobernadora y hoy lidera su campaña a la presidencia de la República.