El ruido en redes en torno al Jardín Botánico evidencia la situación crítica de todas las entidades públicas del Municipio. Rescatarlas no será fácil.
El Municipio de Medellín es un Conglomerado Público de empresas. El margen de decisión que en ellas tiene la Alcaldía, varía de una a otra. Por las restricciones de la pandemia por Covid-19, el Municipio redujo o suspendió varios servicios y algunas de sus empresas perdieron cientos de miles de millones de pesos. El Metro redujo su flujo de usuarios, perdió 355 mil millones; Metrosalud suspendió algunas atenciones, perdió 30 mil millones; Metroparques cerró sus puertas, perdió 18 mil millones; Plaza Mayor no pudo realizar eventos, perdió 13 mil millones. El Jardín Botánico no fue ajeno al desafío de la pandemia.
Desde su función administrativa, y como parte del plan de salvamento de estas empresas, la Secretaría de Gobierno tomó la decisión de redistribuir convenios entre las entidades afectadas para, como dice el Secretario de Gobierno Esteban Restrepo, “equilibrar la cancha”. El caso del Jardín Botánico, de régimen privado y naturaleza mixta, donde la Alcaldía tiene un margen de decisión menor, es especial. Si bien la entidad ha operado algunos convenios con la Alcaldía, hay otras entidades que también lo pueden hacer.
En una entrevista para esta columna, Esteban Restrepo explicó: «La Alcaldía no está obligada a contratar con el Jardín Botánico. Se podría hacer una selección abierta o contratarlo con otra entidad. Sin embargo, en aras de que el Jardín Botánico esté bien, pero que las otras entidades también estén bien, decidimos otorgar unas partes de unos convenios a Jardín Botánico, otras a Metroparques, y otras a otras entidades públicas». Sobre los convenios con Metroparques, el concejal Daniel Duque publicó en redes que los contratos de jardinería estarían “en manos de clanes politiqueros”. Pero, ¿qué tan cierto es?
El concejal Duque afirma que estos contratos, usualmente manejados por el Jardín Botánico, pasaban a Metroparques; que al no tener experiencia, Metroparques subcontrató a una empresa privada (Reforestadora El Líbano SAS) del municipio de Andes (Antioquia), que era de “contratistas cercanos al Partido Liberal”, y que el Alcalde Quintero estaría “pagando favores políticos”.
Según este discurrir, si una Alcaldía o Gobernación contrata pauta publicitaria con Olímpica Stéreo, ¿dirá que hizo contratos con “los Char”, o que anuncia en la cadena radial más escuchada del país? Si los empleados públicos del Municipio están afiliados a Comfama, ¿dirá que la Alcaldía contrató con “fajardistas”? ¿Sabía Daniel Duque que Reforestadora El Líbano SAS ya había sido subcontratada durante la Alcaldía de Federico “Fico” Gutiérrez para labores en Medellín similares a las del Jardín Botánico? ¿Estaría Fico “pagando favores políticos”? Si era una labor similar a la del Jardín Botánico, ¿por qué le dieron el contrato a la Reforestadora? ¿Si Fico lo hizo estuvo bien, pero si lo hace Quintero, no?
Asegura el concejal que “están desfinanciando al Jardín Botánico” y que la entidad “está en riesgo”, pero el concejal Duque no necesita meter miedo: el Jardín Botánico tiene un convenio de 5 mil millones de pesos con Secretaría de Infraestructura para intervención y mantenimiento de zonas verdes de ciudad; con Secretaría de Medio Ambiente un convenio de 450 millones para tala y poda y otro de 90 millones para atención de árboles patrimoniales; se mantienen los convenios con Secretaría de Cultura para sus eventos y para mantener gratuita la entrada a este espacio de ciudad. A medida que avance el año puede haber más convenios. Además, el Jardín Botánico ofrecen sus servicios con éxito a otros municipios de Antioquia y del país.
En algo tiene razón el concejal Duque: Sí, las finanzas del Jardín Botánico están en riesgo por la disminución sustancial de ingresos, así como las finanzas de otras empresas del Municipio. Aunque entidad privada, el Jardín Botánico presta un servicio público. La Alcaldía es uno de sus miembros fundadores y como tal, se ha comprometido al sostenimiento de esta y demás entidades del Conglomerado Público que requieren rescate.
Cabe recordar que mientras el Metro de Medellín, Metrosalud, Metroparques y Plaza Mayor son 100% públicas, el Jardín Botánico es de composición mixta, mayoritariamente privada, y tiene entre sus patrocinadores a grandes grupos económicos del país. Así las cosas, ¿cómo pretender que la Alcaldía esté obligada a contratar con el Jardín Botánico, habiendo oferentes más económicos? ¿Cómo puede dejar de lado a sus otras empresas?
Desde Metroparques se contrató a la Reforestadora El Líbano, y no al Jardín Botánico, por un tema de costos. En aras del equilibrio, la labor de jardinería en Medellín se distribuyó entre Jardín Botánico y Metroparques. En materia de transparencia, mientras más oferentes haya, mejor, porque se genera una sana competencia.
Hasta ahora, las políticas públicas en Medellín han sido más institucionales y distributivas. Para conjurar la crisis económica actual, se están implementando medidas más redistributivas y regulativas. Desde la función gerencial se trata de cómo, con los dineros públicos, se puede hacer más con menos. Mitigar los apremios financieros requiere mantener el balance entre todas las entidades del Municipio, para que ninguna pierda tanto dinero. De esta manera, en Medellín se equilibran las cargas y se podan las afugias.
Desde este espacio de opinión no se objeta el control político del concejal Duque; al fin y al cabo, tal es su deber constitucional, sino el sesgo y el doble rasero que parece aplicar, situando sus acciones en la delgada línea entre el control político y el oportunismo mediático. Las denuncias en redes generan ruido, pero si no están respaldadas por acciones políticas ejecutadas, no pasan de ser eso: ruido.
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