Nuevamente EPM está en el ojo del huracán por cuenta de la solicitud que le hizo el alcalde Quintero Calle al Concejo de Medellín para que la empresa la hiciera una transferencia extraordinaria a la administración por 330 mil millones de pesos, para inversiones como malla vial y otros gastos que deberían plantearse en el presupuesto ordinario.
Las conclusiones a las que se puede llegar son dos: 1) o Quintero Calle es un inepto que no sabe presentar y ejecutar un presupuesto, o 2) como diría el concejal Julio González Villa, se quieren mecatear esa plata en cositas… y justo en época electoral (Albert Corredor, Juan Carlos Upegui y Gilberto Tobón deben estar cruzando dedos por esos recursos).
Pero este no es el único golpe a EPM. Quintero le ha ocasionado un daño reputacional a Empresas Públicas de Medellín de cuenta de lo ocurrido en Hidroituango, no solo alegando que hubo corrupción (hecho falso ya que de ser así, las aseguradoras no habrían pagado) sino haciendo todo un circo con el cambio de contratistas de la obra, generando retrasos que se traducen en recursos perdidos.
Pasemos un poco por alto los constantes cambios de gerente, las innumerables alertas que el Sindicato de Profesionales de EPM y UNE le han mandado a la ciudadanía y entes de control, y lleguemos al presente con el nuevo intento de Quintero Calle de congelar las tarifas de energía.
La medida es populista y hasta a mí me gustaría que tal cosa pasara ¡También me duele el bolsillo! pero lo que no puede ocurrir, es que un mandatario tome decisiones en detrimento del patrimonio público.
EPM no toma medidas tarifarias a capricho, sino técnicamente según regulaciones de la CREG –Comisión de Regulación de Energía y Gas-, es decir, existe una fórmula técnica para calcular la tarifa de energía que nos llega mes a mes, y de no cumplirse esa tarifa, se estaría afectando las finanzas de la empresa insignia de los antioqueños.
Recordemos que EPM ya le transfiere un monto anual a Medellín que se calcula en billones de pesos, y si queremos que eso siga así, no podemos desfinanciar más a la empresa a punta de populismo barato y circense; por el contrario, debemos rodear a EPM y evitar que Quintero Calle haga fiesta y sancocho con la gallinita de los huevos de oro.
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