El Centro Democrático es el único partido organizado y programático con vocación de poder. Tiene cuatro o cinco dirigentes con condiciones intelectuales y méritos políticos para aspirar a la presidencia. Esto es algo que debe destacarse cuando los demás partidos, cofradías electorales sin principios, son desdeñados por sus propios militantes y por los caudillos municipales o universitarios que creen que su encanto personal es suficiente para que todo mundo se rinda ante ellos.
La intervención de la doctora María Fernanda Cabal en el Congreso de Fenalco en Cartagena despeja cualquier duda sobre quien debe ser la candidata del Centro Democrático, de las fuerzas coaligadas de derecha y centro de derecha y, finalmente, la que los colombianos escojan para regir los destinos de la República en las elecciones del 29 de mayo de 2022.
El ridículo formato de “conversatorio” – diseñado para que los aspirantes presenten, como en feria artesanal, sus baratijas electorales – no impidió que la doctora Cabal, con precisa inteligencia, hilvanara un discurso conceptualmente profundo y asentado a la vez en una visión descarnada de la realidad del País.
“La civilización se afinca sobre la propiedad privada”, dijo la doctora Cabal y esa afirmación, clara y contundente, presidió toda su intervención y preside todo su discurso político.
Podría decirse que tal enunciado está bien para un encuentro académico de filosofía política, no para un evento de comerciantes que esperan “soluciones prácticas” a sus problemas. Pues no, no es así. Como está escrito en el preámbulo de la Constitución de Carolina del Norte, “el frecuente recurso a los principios fundamentales es absolutamente necesario para preservar las bendiciones de la libertad”.
Hoy la libertad en Colombia está gravemente amenazada porque, como dijera Locke, nadie puede ser libre cuando el capricho de otro puede dominarle. Y esto fue lo que los ciudadanos experimentaron dolorosamente entre abril y junio cuando todas las libertades individuales fueron avasalladas por el capricho del tal comité de paro y de sus patrocinadores políticos nacionales e internacionales que lanzaron y continúan lanzado criminales mercenarios a bloquear, destruir, saquear y atentar contra la fuerza pública. Esto lo denunció y lo continúa denunciando la doctora Cabal.
Lo hizo en mayo, en vibrante intervención en el Senado en la que desnudó el vínculo entre los políticos de izquierda y los terroristas urbanos que protagonizaron los desmanes. Y lo hizo de nuevo, en las magistrales respuestas que dio a las agresivas preguntas en la emboscada radial que quisieron tenderle un par de activistas de izquierda en Caracol. Dijo entonces la Senadora Cabal:
“El cacareado, por los mamertos, derecho a la protesta no existe. El derecho a la libre movilización no puede estar por encima del derecho al trabajo, a la libre movilidad y a la propiedad privada, que se vieron violentados por los terroristas que ejecutaron los paros, bloqueos, quemas, saqueos y destrucción”.
Defender la propiedad individual y las libertades que de ella se derivan es cuestión de principios que debe hacerse enfrentando las amenazas reales y concretas que sobre ellas se ciernen en un momento dado. Hoy la libertad en Colombia está bajo ataque de una ofensiva externa proveniente de Cuba y Venezuela; una ofensiva armada del ELN y las mal llamadas disidencias de las Farc; una ofensiva política de colectivistas abiertos o embozados que operan en la legalidad; una escandalosa ofensiva mediática y una ofensiva jurídica de “colectivos” de abogados dentro y fuera del sistema judicial. La doctora Cabal ha denunciado y enfrentado con claridad conceptual y decisión política todas esas ofensivas.
En ese congreso de Fenalco, la Senadora Cabal hizo también este planteamiento fundamental en el que se sintetiza su visión profundamente libertaria:
«El hacer empresa es parte del espíritu individual de cada uno y es lo que no entiende la clase política, y lo que no entienden los populistas que ofrecen doctrinas colectivistas que lo único que traen a la humanidad es miseria y muerte»
La condición sine qua non de la función empresarial es la soberanía absoluta del individuo sobre su propia persona. La libertad es indivisible y única. La libertad es la libertad del individuo, no de colectivos o agrupaciones.
Los principios fundacionales del Centro Democrático – seguridad para la vida y las propiedades de las personas, protección a la inversión productiva fuente del crecimiento y el bienestar y solidaridad con los menos afortunados – son permanentes y en el fondo no son más que una forma de expresar los valores fundamentales de la República de Colombia que proclama la enseña de nuestro escudo: Libertad y Orden. Esto lo entiende y lo señala con claridad meridiana la doctora María Fernanda Cabal.
Por su inmensa capacidad de comunicar con sencillez los valores fundamentales de una sociedad libre y próspera, María Fernanda Cabal se está ganando la mente y el corazón de la gente. Ella dice las cosas como son, tanto cuando enuncia las verdades positivas de la libertad como cuando desenmascara las falacias tras las que se esconde el totalitarismo. Por eso, desde ahora, yo también soy Cabal.
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