Luis Fernando Suárez, ¿señor gobernador?

Al exsecretario Luis Fernando Suárez, ficha de Aníbal Gaviria en la próxima contienda por la Gobernación de Antioquia, algunos sectores lo vienen presentando como un factor de unidad y como el candidato más sólido. Consideran que la visibilidad y el “temple” que demostró como gobernador encargado son prenda de garantía para alcanzar reconocimiento en las subregiones y un punto a favor para que termine liderando la coalición de centro-derecha que busca continuar en la cabeza del poder departamental y cerrarle el paso al candidato de Petro.

En ese sentido, las movidas de Suárez se reducen al siguiente libreto: posicionarse como un candidato competitivo en las encuestas; avalarse, inicialmente, por una cantidad significativa de firmas y así demostrar que estará por “encima de los partidos” (la misma fórmula usada por Luis Pérez y Aníbal Gaviria); acordar un mecanismo interno de selección para convertirse en el ungido del bloque de centro-derecha que agrupa a sectores del uribismo, los partidos Liberal, Conservador y la U; y finalmente, acordar una alianza con Federico Gutiérrez como candidato a la alcaldía de Medellín.

De lograrlo, Suárez podría contar con las tres condiciones necesarias para ser un candidato realmente sólido en la carrera por la gobernación: maquinaria, plata y reconocimiento.

Sin embargo, su libreto se podría encontrar con varios escollos, ya que, siendo el ungido de un gobernador cuestionado, puede que no despunte lo suficiente en la opinión y termine rezagado ante candidatos mucho más mediáticos como Mauricio Tobón o Andrés Julián Rendón (recientemente avalado por el Centro Democrático); que Luis Pérez vuelva el ruedo y fisure el bloque de centro-derecha; o que la centro-izquierda arrase en un amplio margen del electorado de opinión consolidándose en el circuito de las grandes cabeceras urbanas (donde se concentra el mayor potencial electoral).

Pero a su favor jugaría que el factor Luis Pérez no resultaría siendo tan amenazante, pues la coalición multipartidista que lo impulsó en las elecciones de 2019 ya se desmoronó (y hasta algunos de sus elementos podrían ser lo mismos que terminen apoyando a Suárez), y que el candidato de la centro-izquierda, ya sea Julián Bedoya, Esteban Restrepo o el mismo Luis Pérez, tendría que cargar con el lastre de un presidente impopular (que perdió en Antioquia en las dos vueltas presidenciales) y con la acción coordinada de una derecha política y empresarial que quiere evitar a toda costa el ascenso de otro Quintero.

Porque tras la victoria de Daniel Quintero (como resultado de la división de la derecha local entre cuatro candidatos) la centro-derecha tiene claro que sí se dividen le podrían entregar un balón de oxígeno al candidato de la izquierda o a una tercería incierta (en la que solo pinta el diputado Verde Camilo Calle); así que lo que se viene es una gran coalición en un todo o nada por recuperar el poder en Medellín y conservar el gobierno departamental.

De ahí que Luis Fernando Suárez sea percibido como ese factor de unidad y que varios de sus seguidores, anticipándose a la “victoria”, no duden en llamarlo: señor gobernador.


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Fredy Chaverra Colorado

Politólogo, UdeA. Magister en Ciencia Política. Asesor e investigador. Es colaborador de Las2orillas y columnista de los portales LaOrejaRoja y LaOtraVoz.

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