Autor: Camilo Martinez Navarrete
Tener a un inocente privado de su libertad, sabiendo de su inocencia, se llama secuestro.
El 06 y 07 de noviembre de 1985, el Teniente Coronel Luis Alfonso Plazas Vega rescató a 260 personas (entre ellos 43 magistrados), tras el ataque guerrillero en el que el M19 se tomó a la fuerza el Palacio de Justicia en Colombia.
22 años después, el 02 de febrero de 2007, la Fiscalía 4 delegada ante la Corte Suprema emitió un auto en el cual se vinculaba al Coronel en la investigación de los supuestos desaparecidos. El 23 de febrero del mismo año, el Coronel rindió indagatoria en 12 ampliaciones, solo sobre 03 supuestos desaparecidos (los 8 restantes se agregaron arbitrariamente por la Fiscal). El 12 de julio se ordena la detención preventiva, y el 16 del mismo mes es privado preventivamente de su libertad. Siete (07) años y medio después, sigue secuestrado, sin una sola prueba en su contra.
Para el 12 de febrero del 2008, se profirió acusación en contra del Coronel por secuestro y sin una sola prueba en su contra, lo convirtieron artificiosamente en desaparición forzada para el 2001.
El 09 de junio del 2010 el Juzgado 3 de Bogotá, lo condena como “coautor mediato de la conducta de desaparición forzada agravada” por 11 presuntos desaparecidos. Como acto antijurídico, la Juez hace salvedad en que no hay pruebas de secuestro, razón por la cual la cual lo condena por supuesta desaparición (omitiendo que la Fiscalía entendía ambos crímenes como iguales actos). El 29 de enero del 2012, el Tribunal Superior de Bogotá emitió decisión de segunda instancia, declarando nulidad parcial respecto de nueve de los presuntos desaparecidos; la ponencia para el Coronel era absolutoria, así fue leído el expediente, pero 2 de los 3 magistrados decidieron condenarlo por dos desaparecidos restantes. El magistrado Lara Acuña, autor de la ponencia, demostró que el Coronel era inocente y realizó salvamento de voto.
El 23 de agosto del 2012 la Sala de Casación Penal, de la Corte Suprema de Justicia, admitió dos recursos extraordinarios interpuestos contra la sentencia, sin objeciones se admitieron estos recursos realizados por el abogado Jaime Granados y el Ministerio Público.
El 28 de enero del 2014, ante el Juzgado Tercero Penal Especializado de Bogotá, el Coronel Plazas solicitó su libertad, fue denegada, 2 de 3 magistrados negaron la petición (el tercero salvó su voto). En esta decisión hubo desconocimiento de la Constitución y del precedente jurisprudencial en cuanto al derecho a la Libertad y al plazo razonado y la dignidad humana. El H.M. Lara fue el único que consideró conceder la libertad provisional, por vencimiento del plazo razonado.
El 03 de julio del 2014, habiendo Plazas Vega solicitado el amparo constitucional a sus derechos, la Sala Civil de la Corte Suprema niega la petición; el 27 de agosto del mismo año, la Sala Laboral confirma la negativa, no negando el derecho a la libertad conculcada sin pruebas desde hace 7 años, sino porque en su criterio se utilizó el mecanismo indebido, debiendo recurrir era al habeas corpus.
Hoy, 2799 días después de haber sido privado de su libertad, a Luis Alfonso Plazas Vega se le ha irrespetado el derecho al vencimiento del plazo razonado, excesivamente se ha prolongado por casi ya 8 años. La argumentación para tenerlo secuestrado, no tiene ningún sustento legal ni de ratio decidendi. El plazo razonable para que el Coronel estuviera privado de su libertad de manera provisional, está más que vencido y superado en años. Como sustento a lo anterior, la Procuraduría General de la Nación ha realizado 15 actuaciones en defensa del Coronel Plazas Vega, solicitando su libertad toda vez que se ha vencido el plazo razonable para su detención dentro del proceso penal que se lleva en su contra.
El 19 de noviembre del 2014, y estando el caso ya en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia, el Magistrado ponente, Luis Guillermo Salazar Otero, registra el proyecto de sentencia; según distintos medios de comunicación, la propuesta del H.M. Salazar sería favorable. Uno de los 9 magistrados se expresa impedido, pero se publica auto en el que se declara infundado el impedimento. En el mes de diciembre distintos ciudadanos (en contra algunos y otros a favor) radican ante el despacho del magistrado ponente, varios memoriales. El senador Everth Bustamante realiza una constancia en el pleno del Congreso, donde destaca la honorabilidad e inocencia del Coronel Plazas Vega. Los medios de comunicación informan que el exmagistrado Nilson Pinilla realiza presiones a magistrados de la Sala Penal para que voten en contra de la ponencia. Se conoce también que la Magistrada González solicita tiempo para leer todo el expediente, por lo cual el fallo no se conoce antes de vacancia judicial de fin de año.
Iniciado el año 2015 continúan las especulaciones, periodistas como Darcy Quinn y El Colombiano anuncian un pronto fallo en el mes de febrero; pero termina el mes y nada ocurre. Comienza marzo y se anuncia que la Sala Penal dio inicio el 11 de marzo a la discusión, informan también que la decisión tomará varias sesiones de discusión en la Sala Plena.
¿Lo liberarán? Sí, yo aún espero poder confiar en la Corte Suprema de Justicia, aun quiero creer que ellos son justos, que van actuar con imparcialidad, que no se dejarán presionar por nadie (ni por los tiempos, ni por los hechos actuales, ni por las elecciones, ni por las personas, ni por los exs) y que van a anunciar que Plazas Vega es absolutamente absuelto. Solo espero que sea pronto, es lo justo, su familia, sus amigos y el país lo necesitamos libre ya.
Hoy es lunes 16 de marzo: han pasado 2.800 días, 400 semanas, 92 meses, casi 8 años, y el Coronel aún sigue privado de su libertad. Tiene 4 nietos y se perdió el nacimiento de todos, tiene 3 hijos y no ha podido compartir como suegro estos matrimonios, no puso asistir al funeral de su padre, ni a la posesión de su esposa como Senadora. Está próximo a cumplir 71 años y se ha perdido los mejores años de su vida, por la demora de la Justicia. Colombia misma se ha perdido de tener a este líder en la política, en la academia, en la historia, en la escritura, en el Ejército.
Lo repito: tener a un inocente privado de su libertad, sabiendo de su inocencia, se llama secuestro – #PlazasVegaEsInocente
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