En el debate sobre el Salario, la economía burguesa sigue defendiendo tesis fracasadas evidentes en una sociedad empobrecida. Luego de 30 años de implementadas, a 2022, según el DANE, Colombia se dividía entre “el 36,6% de la población en pobreza, el 30,7% en vulnerabilidad, el 29,9% en la clase media y el 2,8% en la clase alta”. De ahí la reacción de quienes se beneficiaron de los salarios decretados por los últimos 6 presidentes, ante la falta de acuerdo entre la clase trabajadora y la clase burguesa. Hoy asistimos a una muestra de Justicia Social y las reacciones son opuestas: de satisfacción entre las centrales obreras y de terrorismo económico de la parte empresarial. No hay lugar a dudas para entender que el Salario es un tema central en las expresiones de la lucha de clases. El régimen conservador insiste en que esa desigualdad es un asunto de Dios.
El gobierno del Cambio continúa desnudando aún más los poderes enquistados y los intereses representados en el Estado y la Democracia. En especial aquellos ocultos que logran confundir supuestas políticas de interés nacional, con beneficios a unos pocos particulares. Cada conflicto generado cuando toca los privilegios de la clase pudiente criolla y transnacional, es un acto de pedagogía para el pueblo pobre sobre la íntima relación entre el poder político, el poder económico y el poder ideológico. Estos poderes tradicionales y estructurales se han dejado ver con mucha más nitidez en los debates sobre las finanzas para avanzar en el Cambio Social: Reforma Tributaria, Ley de Financiamiento, Presupuesto de 2025, Banco de la República y el traído del Niño Dios.
Todo indica que continuará la campaña de desfinanciación contra el gobierno. A esta suman ahora el terrorismo económico, reacción negativa a un beneficio en el salario de millones de personas sin lo cual es imposible una lucha seria contra la pobreza. La reacción demuestra que hasta los beneficios del Niño Dios dependen de la correlación de fuerzas y esta vez se inclinó por los más pobres. Contrario al discurso conservador, el nacimiento de Jesús no movió los corazones de los humanos más ricos, aunque tienen las mismas prácticas espirituales, mejores templos y curas más elegantes, la reacción les muestra llenos de codicia, de avaricia y de odio de clase. Ya entre los más pobres está comprobada la presencia de Dios con el milagro de sobrevivir a la miseria, teniendo en cuenta que también vamos a misa, al culto, rezamos y oramos.
Las acciones de acoso y terrorismo financiero integran los bloqueos económicos, los golpes blandos y otros conceptos del manual de la derecha para usar su poder contra el Cambio y conservar el estado de las cosas, es decir, sus privilegios. Aún tienen cartas debajo de la manga como la especulación, fuga de capitales y otras de violencia física. Una senadora de derecha se grabó diciendo “Esto es más complejo de lo que creemos, y hoy el desafío de nosotros es que Petro no se quede cuatro años, ni que acabe con la libertad, ni con lo que hemos construido”. Lo que han construido está en síntesis en el primer párrafo de este texto y ella seguro pertenece al 2.8%. Esperemos que el pueblo pobre, el pueblo de Dios, esté tomando nota de estas lecciones y se acostumbre a ser gobierno y construir el Poder Popular.
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