La función de gobernar un departamento, provincia o prefectura en América Latina es un reto que parece fácil pero que trasciende la función básica de definir cómo se ejecuta un presupuesto. Ser jefe de gobierno provincial hoy también es saber traducir hacia y desde los ciudadanos esa satisfacción de las necesidades individuales y colectivas de las urbes y sus zonas rurales, escenario de miles de tensiones vitales que nunca se terminan de colmar y donde además el común de los ciudadanos siempre observa a estos cargo del poder ejecutivo como una especie de súper-salvadores que todo lo pueden, sin entender la cantidad de limitaciones legales, normativas, de presupuesto e índole político que afronta un gobernante en la toma de decisiones.
A nuestro juicio, en el período 2016-2019 en Colombia los mejores tres gobernadores del país, cada uno evaluado en una categoría según el DNP a partir de elementos como la ejecución de su programa de gobierno, acciones contra la inequidad y su notoriedad en el progreso regional fueron: Dilian Francisca Toro del Valle; Luis Pérez Gutiérrez de Antioquia y Camilo Romero, Gobernador de Nariño.
Dilian Francisca Toro del Valle del Cauca se destaca a nivel regional e incluso nacional como una mujer que lideró la transformación de un creativo modelo de gestión financiera que le permitió a su departamento recuperar la categoría especial que había perdido. En materia de salud el Valle fue el primero en lograr el acuerdo de Punto Final con el gobierno nacional e implementar el plan de salvamento para el Hospital Universitario del Valle. Se destacan logros en materia de calidad educativa, la inversión y manejo comunicacional en el tema del Plan Alimentario Escolar PAE. Fue reconocida como la mejor gobernadora del país por un jurado elegido por la la Fundación Colombia Líder, quienes evaluaron su trabajo en favor del desarrollo y la equidad en la región.
Luis Pérez Gutiérrez de Antioquia tuvo sus más grandes logros en materia de infraestructura y educación a partir de una serie de decisiones en materia financiera que le permitieron un margen de recursos en medio de una apremiante situación financiera al inicio de su gestión. Logró construir, contratar o dejar firmados los contratos para hacer realidad la meta histórica de 1300 kilómetros de vías y placa huellas rurales en la escarpada geografía rural de Antioquia, donde también entregó el tunal más largo del continente que une a Medellín con Rionegro. En Educación gestó la primera universidad pública virtual departamental de Colombia, termina y sostiene los Parques Educativos construidos por el gobierno anterior y logra mejorar gran cantidad de infraestructura educativa en los 125 municipios.
Camilo Romero de Nariño se convierte en el gobernador revelación del país principalmente porque tres aspectos a nuestro juicio: Logró consolidar un modelo de gobernanza cara a cara con el ciudadano, el sector productivo y el sector gobierno siendo destacado por la organización internacional OGP (Open Government Partnership) por su estilo de gobierno que según el premio se dio más en la calle y el campo que en los escritorios. Romero se convirtió en una voz desde los gobiernos departamentales que clamaba por los peligros del cambio climático y como tercer aspecto Romero recibió un Nariño inviable con 16 años al borde de la quiebra y hoy lo entrega con sus finanzas sanas, con cero deudas, con un presupuesto superior al billón de pesos, con más de 180 mil millones de pesos para inversión social, en primera categoría y terceros a nivel nacional en el índice de desempeño fiscal.