“Jóvenes haced política, porque si no la hacéis se hará igual y posiblemente en vuestra contra” (José Ortega y Gasset)
Las Naciones Unidas consideran que una persona joven tiene una edad comprendida entre los 15 y los 24 años[1]. En Colombia los ubicaron entre los 14 y 28 años.[2]
Cada día es más imperiosa la necesidad de que los jóvenes participen en política. Pero eso no implica que obligatoriamente tengan que ocupar cargos públicos de elección popular. Estimo que cuando ello suceda, debe estar al frente una persona joven con extraordinarias capacidades.
Pero los jóvenes tienen muchos enemigos: entre ellos, su propia fogosidad y deseo de cambiar las cosas.
Por ello, muchos son presa de los veteranos en la política y acostumbrados a manejar los hilos del poder y las componendas.
Otro enemigo es que “los jóvenes no constituyen un grupo homogéneo. Las diferencias socioeconómicas, culturales, de género y edad”[3] generan división e intereses encontrados. Los jóvenes deben aprender rápidamente a saber sumar las diferencia y lograr resultados positivos a partir de ellas.
Los jóvenes en su gran mayoría desconocen la historia y se les olvida que quien no la conoce está presto a repetirla. Pero a repetir lo malo y no lo bueno.
Los jóvenes en su afán se tornan egoístas y priorizan sus necesidades por encima del país. Algo grave en la medida que consiguen conquistas mediáticas y no a largo plazo. Lo cual conlleva a la frustración y estar distraídos en el día a día y no generando un futuro sostenible y eficiente para todos ellos cuando sean adultos y hasta ancianos.
También es necesario hacer ver que mucho joven ya ha adquirido vicios politiqueros y otros se han entregado a la clase política corrupta. Estos jóvenes rompen cualquier proceso democrático. Son jóvenes que mantendrán el estatus quo existente, donde una minoría se impone y la gran mayoría se somete.
Muchos jóvenes están atrapados en la vulgaridad, la ofensa, la crítica insulta, la descalificación, la subjetividad, la agresión verbal y violencia de todo tipo.
Esos jóvenes desmotivan a los adultos y por eso se da una ruptura y no se logra la adecuada transición generacional. Así es imposible crear futuro.
Mucho joven ha caído en el juego de los intereses partidistas. No han comprendido o asimilado que los partidos son importantes, pero nunca estarán por encima de la nación. Lo cual provoca que la comunidad no confíe en ellos.
Los jóvenes la tienen muy difícil. Han heredado muchos problemas individuales, familiares, sociales y políticos; que los van a aplastar si no están debidamente preparados intelectual, moral y psicológicamente.
Estimo que realmente no son conscientes de lo que se les viene encima sino toman el rumbo correcto. Los jóvenes lo tienen todo en contra y poca gente realmente a su favor. Hasta los que dicen ser sus amigos y aliados, pueden resultas ser sus enemigos y detractores. Casos notorios ya se han visto.
La invitación es que los jóvenes nos demuestren a todos que si son capaces de cambiar lo que hay malo. Que son capaces de dejar de estarnos echando la culpa a los adultos y están generando un mundo mejor para ellos.
[1] https://www.un.org/es/events/observances/alfabetizacion/youthandeducation.html#:~:text=Seg%C3%BAn%20el%20criterio%20de%20las,15%20y%20los%2024%20a%C3%B1os.
[2] https://wapp.registraduria.gov.co/electoral/Elecciones-consejos-juventud-2021/
[3] https://www.un.org/es/events/observances/alfabetizacion/youthandeducation.html#:~:text=Seg%C3%BAn%20el%20criterio%20de%20las,15%20y%20los%2024%20a%C3%B1os.
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