Los días en Urabá (I)

Lo primero que sabía fue que debía desarrollar un proyecto, de acuerdo a mi formación universitaria, en alguna institución educativa de Chigorodó. Sabía, además, que la complejidad de la zona me alejaba del estado de cosas citadinas y me acercaba a un territorio disímil en disputa y en constante transformación. Sabía eso sí, en parte que tenía el respaldo de la Gobernación de Antioquia y de todas las universidades vinculadas (lo primero que supe, posteriormente, fue que el respaldo nunca llegó).

La mentalidad del homus economicus se apoderó de mí días antes al viaje. Definí algunas estrategias, traté de imaginarme los impactos que iba a generar el proyecto. Me decía que de 1.500 estudiantes, 500 hallarían una fórmula para solucionar sus conflictos, 300 conceptualizarían sobre la democracia, quizás otros 200 se rebelarían contra el autocrático manual de convivencia. Uno más tres, dividido dos, menos uno que no falta, y ya estaba montado mi esquema de impacto.

Con los otros compañeros del proyecto abordamos el bus hacia Urabá y mientras éste se alejaba más de Medellín, le iba a uno desmintiendo todo intento previo o cualquier preparatoria de llevar una gran planeación a la zona. La geografía cambiante y espesa del recorrido se iba quedando con todas esas ideas. Pasado el Túnel de La Llorona, no había tesis de desarrollo económico que soportara corroboración con la realidad.

Con ritmo lento llegamos a zona limítrofe de Antioquia, al margen de unas realidades construidas, imaginadas y olvidadas por el Centro, que eran el escenario de aplicación de los proyectos. Fueron días de intensas llamas y sequías, de reprogramaciones en las actividades, de gusto por andar en bicicleta y de afanosos momentos por buscar un espacio fresco en medio del pavimento que ardía. Pasados los meses y recordando ésta experiencia del 2013, digo que no fueron muchos los aciertos ni de la implementación de mi proyecto ni del impacto que la Gobernación quería generar. Con un acompañamiento, muy en la sombra, estuve 5 meses improvisando, leyendo el contexto y disfrutando de lo que aprendía en aquella institución educativa. Pero de esto no hay mucho que decir.

A cada salón que llegaba, inicialmente les preguntaba:

–       Jóvenes ¿de dónde son ustedes?

–       Profe yo nací en Apartadó y mi mamá es de Puerto Berrío y mi papá creo que de Cartagena – dijo el primero.

–       Yo en cambio – dijo otra estudiante – nací en Yarumal y llegué a Chigorodó hace 8 años. Mis padres son también de Yarumal.

Pensé que parte de mi labor debía estar por fuera de la institución educativa y tal vez se me ocurriera otro proyecto que vinculara a los estudiantes con sus dinámicas familiares y sus mismas historias de migraciones. Pero lo cierto es que el proyecto estaba allí: lo venían realizando mujeres y hombres desde finales de la década de los ochenta, que se organizaron para construirse y darse un lugar en aquella zona de exclusión. Estas mujeres y hombres eran los edificadores del barrio Brisas de Urabá, que me enseñaron su gran proyecto de construcción comunitaria, experiencia poco común para la cotidianidad de los meta relatos.  Se reunieron un día por violencia-destierro-miedo y se han ido hallando como una comunidad que no sólo construyeron sus casas sino que le dieron soporte y sustento a su espacio social como seres humanos.

[author] [author_image timthumb=’on’]https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/t1/1794546_1408925892698605_1221194799_n.jpg[/author_image] [author_info]Cristian Zuluaga Politólogo. Estudiante de Derecho en la Universidad de Antioquia. Leer sus columnas. [/author_info] [/author]

Al Poniente

Al Poniente es un medio de comunicación independiente que tiene como fin la creación de espacios de opinión y de debate a través de los diferentes programas que se hacen para esto, como noticias de actualidad, cubrimientos en vivo, columnas de opinión, radio, investigaciones y demás actividades.

4 Comments

Clic aquí para comentar

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

  • I just want to mention I am very new to blogging and truly savored you’re web site. Likely I’m going to bookmark your blog post . You actually come with wonderful stories. Thanks a bunch for revealing your website.

  • Apple now has Rhapsody as an app, which is a great start, but it is currently hampered by the inability to store locally on your iPod, and has a dismal 64kbps bit rate. If this changes, then it will somewhat negate this advantage for the Zune, but the 10 songs per month will still be a big plus in Zune Pass’ favor.

  • Can I just say what a aid to seek out someone who really knows what theyre speaking about on the internet. You definitely know the way to carry a difficulty to mild and make it important. More people need to read this and perceive this aspect of the story. I cant imagine youre not more fashionable because you positively have the gift.

  • You really make it appear so easy with your presentation but I in finding this matter to be really something that I think I might by no means understand. It sort of feels too complex and extremely huge for me. I am taking a look ahead for your subsequent post, I¡¦ll try to get the dangle of it!