A estos políticos no les interesa las razones que tiene la gente para salir a las calles, solo quieren estar en el poder, y enviando mensajes de apoyo y criticando a la fuerza pública logran conquistar el corazón de miles de idiotas útiles que lo arriesgan todo y lo pierden.
4 meses después del paro nacional que tuvo su inicio el 28 de abril, podemos ver cómo la mayoría de perfiles en Facebook quitaron su foto con la bandera de Colombia al revés representativa de las manifestaciones, poco a poco se fueron desbloqueando las ciudades, y la calma se fue recuperando. No olvidar tampoco que el 26 de agosto fueron convocadas nuevas marchas donde asistieron muy pocas personas. Los manifestantes se debilitaron, pero los políticos se fortalecieron.
Cuando la Revista Semana colocó a Gustavo Petro como responsable de la violencia por parte de los manifestantes, o cuando se publicó un vídeo del presidente Duque comentando que las protestas se debían a una mano oscura que quería desestabilizar el gobierno en miras a las elecciones presidenciales del 2022, la gran mayoría se burlaron tanto de la revista como del presidente, así como de todos los que aseguraron que el paro nacional era ilegitimo. Pero la realidad es que, más allá de si sea verdad o no que políticos convoquen a marchas, son ellos los beneficiados, no por nada muchos de ellos apoyan las movilizaciones.
María J. Pizarro, apoyó el paro y hasta acusó al presidente por el uso de la fuerza por parte de la policía, tal vez olvidaría que uno de los gritos de los manifestantes pedía bajar el salario de los congresistas, sin embargo ella justifica su millonario salario en gastos en «trabajo social»1 pero ¿para ella en sus viajes?, agregando que bajar el salario es una medida populista, aquella afirmación fue a finales del 2019, y en marzo del presente año Pizarro fue criticada por Gustavo Bolivar2, ya que según él es un robo cobrar por 3 meses sin ir al congreso. A estos políticos no les interesa las razones que tiene la gente para salir a las calles, solo quieren estar en el poder, y enviando mensajes de apoyo y criticando a la fuerza pública logran conquistar el corazón de miles de idiotas útiles que lo arriesgan todo y lo pierden.
Desafortunadamente muchas personas murieron en el paro nacional que no terminó en nada, ni hablar del retiro de la reforma tributaria (indefendible, por cierto) que inició todo, ya que la misma se iba a caer por su propio peso, así como terminó renunciando Karen Abudinen sin la necesidad de destruir ciudades protestando. Muchas personas murieron y poderosos políticos recolectaron dinero para financiarlos y dotarlos de supuestas protecciones como cascos y quien sabe qué otra cosa, todo eso para que siguieran en la calle muriendo.
Y muchos de estos marchantes piensan que si a la presidencia llega el candidato que ellos desean, la mayoría de los problemas en Colombia se solucionarán, pero ellos apoyan a los políticos de izquierda hasta que ellos toman el poder y terminan decepcionándolos. Un caso es el de la alcaldesa de Bogotá, con medidas populistas como la consulta anticorrupción llegó al poder, y aquella reforma, como ya lo indiqué en una columna anterior, no fue más que un golpe al intelecto, pero a ella le sirvió para ganar las elecciones, y ahora muchos de sus adeptos la critican. Cuando Petro fue alcalde afirmaba que los manifestantes eran vándalos3, y hasta pidió la ayuda del ejército4, ahora que necesita el voto de los que él llamó «vándalos», les llama «presos políticos5».
El día de mañana cuando cambiemos de políticos (o mesías), verán que solamente las mafias y la enorme burocracia cambiarán de bandera pero seguirán como los parásitos que son.
Referencias
1 https://twitter.com/ZuluagaCamila/status/1200198644441505792
3 https://twitter.com/petrogustavo/status/178258045749563392
4 https://twitter.com/petrogustavo/status/373440042590429185
5 https://twitter.com/petrogustavo/status/1429465857906913284
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