Los Bancos en el Ojo del Huracán

«Las entidades financieras tienen poco margen de maniobra, el principal interés es proteger el patrimonio de sus clientes y a la vez buscar alternativas para habilitar mecanismos de colocación que difícilmente se obtienen sin intervención de otros actores»

Las olas de críticas hacia los bancos retumban constantemente en nuestra sociedad, incluso a nivel mundial. La visión de avaricia y provecho, la sensación de discriminación económica y franca desatención están profundamente arraigada en la mentalidad colectiva y, ante cualquier tipo de eventualidad social y económica de crisis las críticas se intensifican.

Durante la época del COVID- 19 la realidad ha sido la misma. Arduo ha sido el debate alrededor de las entidades financieras durante estos tiempos. Criticas van y vienen desde distintos sectores, especialmente el congreso con figuras como el senador David Barguil y Armando Benedetti como principales voceros de inconformidad. Hasta el mismo presidente se dirigió al gremio y ha tildado de “vampiros” a aquellas entidades que llegasen a sacar provecho de la situación que se vive en Colombia.

Los bancos no han sido neutros a la situación ni pasivos en sus respuestas. A través de Asobancaria, Santiago Castro y otros dirigentes de las principales entidades financieras del país, se han pronunciado acerca de las distintas medidas anunciadas, y los planes de acción que han implementado en coordinación con el Gobierno y en línea con la regulación financiera vigente. Resalto el reciente webinar “El sector bancario y su compromiso con los empresarios» llevado a cabo por La Republica  en el cual se hizo mención de los 8 millones de deudores que se han beneficiado hasta el momento de los  distintos alivios y los más de 8,6 millones de créditos que suman 141 billones de pesos colombianos que la banca colombiana ha aportado durante esta crisis.  Este esfuerzo se suma a la activa participación de la banca en la donación de importantes sumas de dinero para distintas iniciativas encaminadas apoyar a los más necesitados. Sin embargo, esto es un conflicto sin sentido puesto que siempre existirá justificaciones de ambas bandas para mantener viva la discusión. La invitación es ir más allá y comprender el verdadero quehacer de los bancos.

En una simplificación de su quehacer, los bancos suplen la función de un intermediario entre oferentes y demandantes de dinero. En situaciones de crisis como las que actualmente se viven, la función critica de colocación de créditos de los bancos se ve reducida y en peligro. La alta incertidumbre alrededor del cumplimiento de los pagos de cartera aumenta el riesgo y de igual manera reduce el porcentaje de créditos aprobados para todo tipo de clientes. Ante este tipo de situaciones, las entidades financieras tienen poco margen de maniobra, el principal interés es proteger el patrimonio de sus clientes y a la vez buscar alternativas para habilitar mecanismos de colocación que difícilmente se obtienen sin intervención de otros actores.

He aquí la importancia del Banco de la República, Bancoldex y el Fondo Nacional de Garantías por nombrar solo algunas entidades que sirve para inyectar capital en el mercado y asumir el riesgo inherente. En la teoría Keynesiana (tan citada en épocas de crisis), se anuncia como premisa el rol del Estado como principal actor de la economía a través de este tipo de mecanismos que alivian la presión del mercado a través de acciones de control monetario.

Si consideramos lo anterior, veo injusto las criticas hacía el sector financiero. En su lugar buscaría mayores acciones desde el Gobierno Nacional y la rama legislativa. Como ejemplo, está el anuncio del Banco de la Republica para reducir el encaje bancario, de esta manera se libera aún más recursos para que la Banca pueda destinar a cubrir las necesidades de los clientes. También está el reciente anunció del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) liderado por el colombiano Luis Carlos Moreno sobre la aprobación de un crédito por mil millones de dólares e incluso la posibilidad de ampliar a ochocientos millones de dólares adicionales en mitad de año. Esta agresividad en el endeudamiento de la nación se reforzaría con los paquetes económicos que se han anunciado a la fecha y sería un enorme alivio para destinar recursos a las áreas que más lo requieren, como lo son la salud y la protección de las PYMEs y negocios independientes como base de la pirámide para el empleo formal.

Michael Ende, escritor germánico en su libro “El Espejo en el Espejo” mencionaba algo muy cierto alrededor del dinero y el sistema financiero en su plenitud. “somos nuestros propios acreedores y deudores para siempre y nosotros nos perdonamos la deuda”. Actuemos entonces en concordancia con ello, busquemos que la cohesión entre el Gobierno y la Banca sea habilitadora de recursos para afrontar esta adversidad, y más que señalamientos y críticas que nuestro mayor interés se enfoque en vencer esta pandemia y reconstruir.

Santiago Zapata Serna

Soy un curioso innato, apasionado por la lectura y en general los temas financieros y de economía en general. Me encanta una buena conversación y de vez en cuando escribir sin tinta lo que se me viene a la mente.