Mientras la demanda diaria de electricidad promedio en Colombia ha sido 225 GWh-día en 2024, los aportes hidrológicos han sido 163 GWh-día. Un día de aportes en 2024 permite abastecer el 72% de la demanda diaria. En mayo y junio, una vez superado el fenómeno de El Niño, un día de aportes hidrológicos superaba la demanda de un día; tan abundantes como para abastecer la demanda diaria y almacenar para el día siguiente. Junio ha sido el mes de mayores aportes hidrológicos, alcanzado el 155% de la demanda.
Sin embargo, el aumento de los aportes en los meses de mayo y junio fue seguido de una reducción significativa para julio, agosto y septiembre que llevó el nivel del agregado del embalse a mínimos históricos y motivó la activación del estatuto de riesgo de desabastecimiento. Durante la intervención, el embalse agregado subirá siempre que los aportes hidrológicos así lo permitan.
Dos elementos explican los bajos aportes relativos a la demanda para el año 2024, la hidrología crítica y el rezago en la expansión del sistema. Estas dos variables interactúan mediante la siguiente simplificación:
- Altas lluvias y muchas centrales hidráulicas son una operación segura para el abastecimiento de la demanda. Un sistema hidrotérmico bien diseñado permite la operación cotidiana de recursos económicos, como las plantas hidráulicas, y mantiene en reserva plantas térmicas listas para operar en momentos críticos.
- Pocas centrales y altas lluvias tienen un nivel menor de seguridad, así como cuando se presentan bajas lluvias y hay muchas centrales. Abundancia en una de las variables puede compensar la escasez de la otra. A pesar del bajo margen con el que cuenta el sistema eléctrico colombiano, la cantidad de lluvias suficiente logra suministro de energía suficiente para la atención de la demanda.
- La situación es crítica si contando con pocas centrales aparecen además bajas lluvias. Un sistema eléctrico con un bajo margen, es decir, baja capacidad instalada, reduce su capacidad de atender la demanda con la reducción de hidrológicos. Debido a las condiciones estructurales y coyunturales del mercado eléctrico es en este punto donde se encuentra Colombia.
Muchas centrales | Pocas centrales | |
Altas lluvias | Segura | Menos segura |
Bajas lluvias | Menos segura | Crítica |
Hoy el sistema eléctrico colombiano cuenta con pocas centrales, debido al rezago de la expansión en generación y medido con la reducción de su margen de operación. Para que el sistema eléctrico colombiano mantuviese la misma relación entre demanda y capacidad efectiva del año 2000, el país hubiese requerido a la fecha una expansión adicional de 4,400 MW; a esto se refiere el rezago en expansión. El margen de operación del sistema, esto es, la energía disponible por encima de la demanda promedio, está en el nivel más bajo desde el año 2000. Ante condiciones hidrológicas normales el sistema tiene una sobre oferta de 20% , la sobre oferta más baja en 25 años que se reduce a menos del 1% si se presenta una hidrología consecuencia de la aparición de El Niño fuerte.
Aunque fenómeno de El Niño que ocurrió durante los primeros meses del año se considera superado, los aportes hidrológicos de agosto de este año son el mínimo de todos los meses de agosto desde el año 2000, así también septiembre y octubre han estado cerca de establecer mínimos históricos. Los aportes hidrológicos de octubre de 2024 han estado en el 70 % de la demanda, apenas superior a lo ocurrido en años reconocidos como críticos: 2009, con 66% de aportes relativos a la demanda; 2023, también con 66% y 53% en 2015. En otras palabras, octubre de 2024 un aporte promedio menor que el 85% de todos los octubres desde el año 2000.
Aportes hidrológicos como proporción de la demanda (%) | |||||
ene a abr | may a jul | ago a oct | nov a dic | año | |
Promedio | 64 | 122 | 92 | 90 | 90 |
Mínimo | 41 | 97 | 63 | 56 | 72 |
Máximo | 112 | 147 | 125 | 148 | 126 |
2024 | 41 | 125 | 63 | 73 |
El futuro de los aportes hidráulicos y la consecuente seguridad del sistema se mueven en un terreno de incertidumbre, como ocurre con fenómenos naturales. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) continúa asignando más peso a la ocurrencia al fenómeno de La Niña para finales de este año, aunque con menor probabilidad: del 70% en septiembre y 60% en octubre.
Al 2024 le restan dos meses, noviembre y diciembre. La historia no es tan benevolente para señalar una recuperación de caudales en esta época del año. Al comparar el aporte promedio de noviembre y diciembre con los de octubre de cada año, se encuentra que en la mayor cantidad de casos los caudales de noviembre y diciembre son inferiores a los de octubre. 14 de 24 casos los caudales de los dos últimos meses son inferiores. Ahora, los aportes de 2024 están tan bajos que ojalá la única opción sea que suban.
Un sistema rezagado en expansión de generación y en consecuencia con menor margen de oferta, que recibe menos aportes hidrológicos relativos a la creciente demanda y que depende habitualmente de una generación térmica a partir de combustibles primarios menos disponibles y más costosos, así estamos.
¡Ah!, y por supuesto, con el fantasma de la escasez amenazando desde algunos años al frente.
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