“Nuestra más grande bandera es la esperanza de un Tenerife, un Magdalena y Una Colombia donde quepamos todos”.
La mayor virtud de todas está en la autocrítica, aquella que nos permite crecer y ser optimistas, sin volvernos presuntuosos. El problema que surge entonces radica en la falta de voluntad de hacer la misma en un grupo determinado y en la oportunidad que surge en los terceros interesados en una misma línea de impacto de hacer críticas.
Criticar si se hace objetivamente está bien. Lo que no está bien es creernos dueños de la verdad revelada, como si todo lo bueno estuviera en nosotros y todo lo malo estuviera en el otro. En todos hay errores y en cualquier proceso es normal que el equipo humano tenga fallas.
En Tenerife, se inició un proceso de juventudes desde el año 2017 (al menos el que yo conozco y del que soy parte) y Juventud Libre Tenerifana (JLT) nace con 3 miembros Diego Ramos Salcedo, Bernardo Charris y Julio Gomez. En menos de dos años eran más de 40 jovencitos y jovencitas liderando procesos ambientales, culturales y cívicos. Hay quienes desde su individualidad siempre apoyaron al colectivo y estamos muy agradecidos con esas personas, sin embargo, por cuestiones de la misma vida decidimos darle una pausa a JLT y construir esos mismos procesos, pero desde la política.
Ocurrió algo hermoso en Tenerife, nuestro grupo de juventudes, esta vez político, por primera vez tenía competencia en las calles y aunque distantes en ideología, acciones y expresiones, algo nos hace iguales, buscamos un cambio común en Tenerife, y por qué no en la sociedad misma y en su estructura corrompida por nuestros padres y abuelos. Hoy existen tres grupos de jóvenes que juntos sumarían más de 500. ¿Se imaginan? 500 almas que piden y desean cambios en su sociedad. Esa es nuestra primera semilla y acaba de florecer en invierno, aunque pronto llegará la primavera.
Darse un tiempo prudente para reflexionar sobre nuestros errores es lo mejor que podemos hacer. Con todo lo ocurrido con Julio Alejandro Gómez como Pre candidato a la alcaldía de Tenerife aprendimos que podemos llegar muy lejos con la intención y la determinación de generar cambios estructurales importantes dentro de la sociedad. Logramos lo primero y lo más grande: crear la duda y que las personas libres de toda presunta atadura recordaran que la libertad de un pueblo está en su voto secreto y que esa misma libertad dentro de su espíritu colectivo recuerda los derechos políticos y constitucionales que por años nos han quitado.
El próximo alcalde de Tenerife, después de 2023 no tendrá más de 30 años, por mucho 32. Y algunos de los que hoy lideramos procesos estaremos en condiciones académicas y experiencia administrativa y pública más amplia, seguiremos trabajando día, noche y madrugada para seguir generando dudas y al mismo tiempo soluciones integrales que nos permitan a futuro conquistar la felicidad de un pueblo que es el verdadero progreso.
“Podrán Cortar todas las flores, pero no podrán detener la primavera” – Neruda.
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