Colombia ha tenido una deuda gigante con sus habitantes durante mucho tiempo, y no me refiero al económico, o externo, no, sino a lo comunal, a la organización de los ciudadanos y las garantías para que eso se construya desde los territorios, lo comunal ha sido un tema que en Colombia no se ha construido, que en Colombia no se ha fortificado, y que sus leyes son en algunos casos vacías o escasas en la protección y hojas de ruta para construir ese camino que es la base primordial basado en que el artículo 2 de la constitución el cual pone como fin esencial la participación del ciudadano en todos sus ámbitos.
Es entonces cuando podemos ver que las fallas han sido estructurales, que los gobernantes como el mismo ciudadano no le han dado la importancia que esto tiene para la sociedad, para sus territorios. Han sido quienes trabajan desde lo comunal quienes construyen procesos territoriales, desde lo resiliente, desde lo comunitario, un vasto problema sin recursos, sin herramientas, sin apoyo, pero siempre con la mira en mejorar sus comunidades. Entendiendo esto como una capacidad instalada
Tan importante estos espacios que a base de procesos como las JAC (Juntas de Acción Comunal), se han creado procesos fuertes en los territorios, juntanzas, colegios, casas, barrios y demás, no por ser esas juntas, sino por ser referentes de guías en sus territorios, son estos espacios los primeros en construir territorios basados en paz, equidad y muchas otras cosas que nos deben significar como una apuesta de los sectores dentro de los barrios, sectores, y comunas, que construyen en su todo, un municipio, un país y una sociedad en todos sus niveles, es por eso que lo comunal en los últimos meses, quizás años, se ha vuelto una mira importante para más y más jóvenes, que deseamos construir desde lo comunal, desde el espacio de creación de mejorar los entornos donde vivimos, y la forma en que esos mismos se están habitando.
Aún con todo lo bueno que ya se ha dicho de las juntas y procesos comunales, se debe hacer hincapié en el desorden que han tenido las administraciones locales, los gobiernos nacionales y demás entes cercanos, pues han sido los mayores actores que rechazan la eficiencia de estos espacios y el fortalecimiento adecuado en los mismos. Reprochándose necesariamente que falta funcionarios adecuados en el acompañamiento de los procesos, que falta estrategias adecuadas para convocar ciudadanos a participar y ser parte, una difusión acertada de las funciones y hojas de rutas complementarias en los procesos, que más allá de lo político, son construcciones sociales que fortalecen las sociedades.
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