-Entrevista a William Muñoz
Líder social del Bajocauca
“Con miedo desde que abro los ojos hasta que los cierro, incluso, en los sueños tengo miedo” William Muñoz Cárdenas, papá de 2 niñas y dos niños, líder social y campesino de Tarazá, municipio de la región del Bajocauca, departamento de Antioquia.
En Taraza, han sido asesinados más de 12 líderes sociales en el último año, convirtiendo la zona del bajo cauca en uno de los territorios más peligrosos para ejercer un liderazgo campesino, social y comunitario. Según William, las estructuras armadas que tienen presencia e influencia en taraza son: Los caparros, El Clan del Golfo, el ELN, las disidencias de las FARC y las fuerzas militares, que entre otras, “les tenemos poca confianza, no nos cabe en la cabeza que en un pueblo donde hay tanta fuerza militar, los actores armados operen desde el casco urbano, todos sabemos donde están y como operan, supuestamente el ejército tiene altos niveles de contrainteligencia pero nunca pasa nada, eso da mucho que pensar, ¿no cierto?, eso genera desconfianza.”
William, es el presidente de la Asociación de Campesinos del Bajo Cauca (ASOCBAC), una de las organizaciones campesinas más hostigadas, amenazadas y violentadas del país. Nos cuenta William que desde el 2016 existe una amenaza colectiva que indicaba que “todas las personas pertenecientes a la organización debían desaparecer del mapa”. Sin embargo, ellos decidieron quedarse, decidieron hacer frente a las amenazas y continuar con la defensa de los derechos humanos y del territorio, así les cueste a vida. Como le pasó a Julio Hernández, el pasado 13 de mayo, líder social perteneciente a Asocbac asesinado en una vereda de Tarazá.
A pesar de la violencia que viven a diario, y del miedo con el que – según él- se aprende a vivir, William está seguro que “la incidencia política para decir lo que se siente, dar el debate de lo que nos afecta y de las cosas que nosotros queremos que se hagan en el municipio es lo que me mantiene miembro y presidente de ASOCBAC […] Soy defensor de derechos humanos, la confianza de la comunidad y la responsabilidad que tengo, me mantiene de pie y con ganas de una Colombia en paz”
William lleva toda la vida viviendo en el Bajo Cauca antioqueño, desde que se unió a la asociación campesina, su presencia comenzó a incomodar a los grupos armados, tanto así que, no puede recorrer por completo su territorio, él y sus compañeros tienen prohibido la movilidad en puntos de la región. Nos cuenta que, “acá los grupos armados viven de la extorción, cada quien tiene su sector y su pedazo para extorsionar, ellos se dividen y manejan eso, hay lugares a los que no podemos ir, nos tienen prohibido”
Para ASOCBAC el incumplimiento de lo acordado en la Habana ha desatado una ola de violencia en los últimos dos años. La apuesta de William y sus compañeros está en el marco de lo acordado en la Habana “Nuestra lucha actual está focalizada en el cumplimiento de los acuerdos, queremos que los campesinos vuelvan a sembrar productos agrícolas, pero sin condiciones económicas, ellos seguirán cultivando coca y pues, los actores armados seguirán disputando el territorio con violencia”
“Vivir con miedo es difícil, a pesar de la costumbre, estar día y noche con el miedo de ser asesinado como los demás compañeros, es terrible, vivir en medio de dos pandemias, la sanitaria y la del conflicto no es fácil, por eso, pedimos al Gobierno nacional: el cumplimiento del acuerdo de la Habana, una ley para que someta a los grupos armados y presupuesto para invertir en proyectos productivos.”
Sin duda alguna, William convierte el miedo en digna lucha por un territorio mejor, los líderes sociales son el baluarte que todos los colombianos debemos defender y apoyar.
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