Le llaman Jesús, caminó, habló, comió, tomó vino, dicen, hizo milagros, habló entre sacerdotes de su época y de su contexto social, religioso y político. Todos hablan de su color de piel, de sus ojos, de tu túnica, de sus sandalias, hablan de sus amigos, otros dicen apóstoles, hablan de su primo que lo bautizó en las aguas del río Jordán, padeció lo que había premonitoriamente hablado en sus palabras, crucificarían, y a los tres días resucitaría entre los muertos.
Le llaman Jesús, fue rabino, estaría caminando por los territorios que hoy son la franja de gaza, estuvo entre pescadores, entre recaudadores de impuestos, estuvo entre los que escucharon sus bienaventuranzas y las parábolas, que todavía son una bonita moraleja de vida. Le llaman Jesús, inspirando artistas de muchas épocas en el vaticano sede principal de su legado. Le llaman Jesús, ha inspirado guerras, batallas y cruzadas, inolvidable los años de escudos, blasones y armas con su nombre, la espada y la cruz.
Le llaman Jesús, es un referente del antes y del después, los historiadores han contextualizado su vida entre el imperio romano su decadencia y los años que siguieron a la persecución de los que había legado su política, su oración, su presencia terrenal y luego su presencia en la revelación a Tomás. Le llaman Jesús, inspirando a Francisco de Asis, Agustín de Hipona, el creador de los Agustinos, Ignacio de Loyola, Teresa de Jesús, la doctora de la Iglesia, hasta Laura Montoya fundadora de la comunidad que lleva religiosas a los cinco continentes.
Le llaman Jesús, sigue vigente en el pesebre, en el bautizo, en los matrimonios, en las separaciones de bienes de patrimonio, sigue vigente en películas como el mártir del calvario, en la grabación de Franco Zeffireli, en la película de Mel Gibson, en las otras docenas de películas que han tenido taquilla como Benhur. Le llaman Jesús, inspirados arquitectos, templos con vitrales y obras de artistas se han cotizado por el mundo entero. Le llaman Jesús, con su nombre se han fundado universidades, escuelas e instituciones educativas, para todos los grupos sociales del mundo entero, cada una con su estrato social, con su director con sayal o de saco con clériman y con algunos doctores de la teología, la hermenéutica y la semiología de sus palabras hecha realidad. Le llaman Jesús.
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