Las tres marías y la economía colombiana

“En 1992, James Carville sin darse cuenta desató una frase arrolladora en las elecciones presidenciales de Estados Unidos:  the economy, stupid. 30 años después en Colombia se volvió a acuñar el término”


En términos generales, sí, la economía es lo que interesa a la gente, algunos han dicho, que no todo es economía, pero, el mundo no está hecho de pan y vino, lo que, si ocurre, es que en términos económicos todo afecta al ciudadano, desde el mismo momento en que es contribuyente.

Entrando en materia, tenemos las tres marías: salud, trabajo, pensiones, reformas de tipo “estructural” con enfoque de reasignación, nadie quiere bailar con ninguna, salvo pensiones si se corrige el factor de asignación del ahorro trasladado a pilares con no más de 1,5 smmlv. Trabajo, está claro que encarece la contratación e inflexibiliza aún más el mercado laboral, sin contar con un alto componente sindical que no genera nuevos empleos, y salud, que es la mayor de todas y que no puede verse como una posible cosmovisión ancestral en medio de turbulencias financieras y riesgo de aseguramiento.

Las tres marías tienen una relación directa con los medios de subsistencia de los colombianos, no solo desde el punto de vista del ingreso, sino también de la calidad de vida, el acceso a servicios, la elección de oferentes, las expectativas de ahorro, la formación para el trabajo, la inversión, el ahorro para la vejez, el consumo, entre otros. De ahí que no son solo reformas, son medios por los cuales se afecta directamente la selección racional entre individuos que subsisten de un sistema democrático en cuyo escenario constitucional prevalece el Estado de Derecho.

Así que, ¡es la economía, estúpido! A lo que yo le sumaria: la demografía. Estamos en aprietos, de orden mundial a nivel demográfico, envejecemos, perdemos valor, enfermamos, no trabajamos formalmente, cada vez somos más costosos para el Estado, los contribuyentes se cansan, las empresas se debilitan, la reinversión desaparece, el ahorro se seca. Por tanto, hay que apuntarle a reformas sí, pero en este caso las tres marías por más maquillaje que les pongan son feas, no bailan, no combinan, mientras tanto, los colombianos siguen madrugando y el mundo sigue girando.

Finalizo: Colombia está lejos de diversificarse si no soluciona primero sus conflictos internos, no siempre con reformas. Con buenas leyes.


Todas las columnas del autor en este enlace: Gustavo Sepúlveda

Gustavo Sepúlveda

Economista de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, Especialista en proyectos de la Universidad Católica de Colombia y Magíster en Economía de la Universidad Jorge Tadeo Lozano. Actualmente analista económico, en temas de legislación económica, crecimiento, sector productivo. Investigador y académico.

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